La Barraca

Hacía tiempo que no leía clásicos (para mi, los libros escritos al menos hace más de 100 años) y con La Barraca, de Vicente Blasco Ibáñez, ha vuelto a resonar por mi cabeza la idea de que no tan solo no tienen nada que envidiar a lo que se escribe actualmente sino que son, de largo, mejores.

El libro, publicado en 1898, se ambienta en la huerta valenciana a finales del siglo XIX y describe con todo lujo de detalles la tensión entre clases y dentro de ellas.

Han pasado casi 150 años y aunque la brecha social autóctona ha disminuído, la llegada de inmigrantes de América, África y Asia en estos últimos 30 años está volviendo a abrirla y creando una nueva generación de pobres que se suman a la clase media y a la burguesía tradicional e histórica.

Siempre recordaré una pintada que vi hace muchos años en la estación de tren de El Masnou en la que ponía «Los inmigrantes son los esclavos de la clase media«.

El Castillo de Montesa

Casi de casualidad, hace unos días estuve comiendo en un magnífico restaurante en Montesa, el Ramallar, que no debería obviarse si circulas alguna vez por la A-35 entre Almansa y Xàtiva. A pocos metros del restaurante están las antiguas ruinas del Castillo de Montesa.

El que antiguamente fue designado como uno de los castillos más fuertes del Reino de Valencia, pasó a formar parte de la Orden de Montesa en 1317 y se convirtió en el «cuartel general» de la misma.

Castillo de Montesa
Castillo de Montesa

Y ahora viene la conexión… hace unos 6 años me encontré en un cementerio de Cuenca una tumba de 1861 que me llamó la atención ya que el fallecido había sido un antiguo caballero de la Orden de Montesa y me dediqué a investigar un poco sobre dicha orden y escribí este post.