Tamerlán conquistó todo Asia Central en la segunda mitad del siglo XIV y sus ejércitos recorrieron desde Moscú y Anatolia hasta Delhi, en la India, anexionándose todo cuanto encontraban a su paso. En Uzbekistan está considerado el gran héroe nacional y las plazas y calles principales de todas las ciudades llevan su nombre.
Está enterrado en la ciudad de Samarcanda en el espectacular Mausoleo de Gur-E-Amir y en 1941, siendo Uzbekistan territorio de la URSS, el antropólogo ruso Mikhail Gerasinov y su equipo decidieron abrir la cripta de jade del héroe uzbeko para realizar toda una serie de pruebas forenses y determinaron su altura y causa del la muerte.
Al abrir el sepulcro, el equipo de arqueólogos se encontró con un manuscrito alertando de grandes calamidades a quien osase molestar el sueño enterno de Tamerlán y concretamente que quien lo hiciera debería hacer frente a la invasión de un ejército incluso más poderoso que el suyo. Al día siguiente, el 22 de junio de 1941, Hitler invadió la Unión Soviética en la denominada Operación Barbaroja.