Hacia tiempo que no desplegaba un poderío físico tan espectacular como el del pasado domingo en la Carrera por Montaña de Talamantes. Con 28 kms y un desnivel positivo acumulado de 1.600 metros, me fueron necesarias 3h42′ para completar un circuito espectacular alrededor del Moncayo que incluía senderos, bosques, pedreras, rios y pistas. Pese a que corríamos pocos y quedé en la segunda mitad de la clasificación, estoy realmente contento porque llegué bastante entero pese a lo escarpado del perfil.
Tanto el inicio como el final estaban situados en Talamantes, un pequeño y remoto pueblo de la provincia de Zaragoza, virgen de turismo y comercios, que desde luego vale la pena visitar y utilizar como punto de salida de varias excursiones o símplemente para descanar de la ciudad.
La organización de la prueba fue brillante: la entrega de dorsales correcta, la salida ordenada, los avituallamientos completos y el circuito perfectamente marcado. Pero lo más importante y remarcable, desde luego, fue la entrega de todo el pueblo (no más de 20 habitantes, fuera de verano) que se volcó en la organización de principio a fin, desde los más jóvenes a los más mayores, en las mesas de avituallamiento, en el transporte de materiales o simplemente animando la competición.
Además, Pilar y David nos atendieron de maravilla en su casa por lo que espero repetir el año próximo.
(PD: el del micrófono de la fotografía de arriba no es ningún rapero sino el comentarista de la prueba)