La semana pesada en Menorca, visitamos casi por casualidad el Restaurante Voramar en una mañana de lluvia y viento en la que no apetecía ir a la playa.
Pese a que el aspecto del establecimiento no es lo más atrayente del lugar y el interior roza el minimalismo clásico extremo, la paella de marisco que pedimos fue probablemente la mejor que he comido en muchos años, quizás en la última década.
En el restaurante estábamos nosotros solos y la única persona que nos atendía y nos servía era también el cocinero. Posteriormente he descubierto que era Antonio Marqués, el director del restaurante y del hotel.
El trato fue exquisito y nos quedamos con las ganas de probar más platos por lo que el año que viene repetiremos.
Las vistas de la terraza si son espectaculares aunque no pudimos disfrutarlas mucho por la lluvia.
Está ubicado en el norte de Ciutadella, concretamente en la zona de Cales Piques muy cerca de Cala en Blanes.