Una de las noticias que ha saltado a la actualidad durante estos días es la de si el Sol ha comenzado a desperezarse produciendo una primera mancha solar que podría marcar el inicio del Ciclo 24.
La mancha solar apareció durante la semana pasada y muchos expertos ya se han apuntado a la teoría de que está marcando el inicio de un nuevo ciclo solar (concretamente el que hace 24) después de 11 años de inactividad. La influencia de los ciclos solares sobre nuestras vidas es elevado pero no me voy a enrollar en exceso en el tema y sólo voy a referirme a un tema concreto que es el de las telecomunicaciones de aficionado.
Ya hace casi una década que tuve que apagar mi estación de radio aficionado EA3GIW, por falta de propagación ionosférica, precisamente porque la actividad del ciclo solar número 23 había terminado y la parte alta de la atmósfera (ionosfera) recibía una radiación solar muy pobre y por ende un déficit de ionización. En esas circunstancias, las ondas en banda de 10 metros (28 MHz) no consiguen desplazarse más allá de unos pocos kilómetros y por tanto resulta imposible conseguir comunicados de varios miles de kilómetros como es habitual durante el ciclo solar.
La ionización de la atmósfera también puede producirse por otros motivos aunque sólo sucede en contadísimas ocasiones como en la década de los 80 cuando entró en erupción el Santa Helena en Estados Unidos o durante el accidente nuclear de Chernobyl en Rusia.
El resumen es que así que llegue a casa a finales de la semana que viene (ahora estoy en Argentina) una de las primeras cosas que voy a hacer es subirme al tejado a ajustar la antena y ver si realmente la ionosfera ha comenzado a comportarse como debe o nuevamente se trata de una falsa alarma.