El actual puente que une Boltaña con Margudgued sobre el rio Ara es una cosa moderna de 1974. De hecho, aun me acuerdo cuando lo construyeron siendo yo bien pequeño.
Antes, la única forma de cruzar el rio era a través del viejo puente colgante a la altura del actual «Hotel Monasterio de Boltaña», un nombre moderno para el viejo sanatorio en que había convertido Isaac Noguera en 1910 el «Convento del Carmen» erigido a mediados del XVII por la Orden de los Carmelitas Descalzos.
En los 70, cuando veníamos a ver a mis abuelos a Margudgued, el viaje duraba muchas horas, entre 5 y 6, principalmente porque no había ni autopista hasta Lleida, ni Autovía hasta Barbastro, ni la carretera que une hoy en día El Grado y Ainsa. En vez de eso, el viaje era exclusivamente por carreteras atravesando todas las poblaciones y después de pasar Barbastro, por el centro de la ciudad, se tenía que escoger entre llegar a Ainsa por el Alto del Pino (de 857 m) atravesando Naval o hacerlo por Graus cruzando el Puerto de la Foradada (de 1020 m). En ambos casos, te tenías que comer mil curvas ya que no había ninguno de los túneles modernos actuales.
Lo más complicado del viaje, sin embargo, llegaba en Boltaña. Teníamos que dejar el coche en el otro lado del rio a la altura del Sanatorio y allí, nuestro abuelo nos venía a buscar a una hora estipulada con una burra y cruzábamos el puente colgante con todas las maletas y después caminábamos unos 20 minutos hasta la casa de mis abuelos.
No hace falta decir que el asfalto tampoco existía y que tanto la carretera hasta Margudgued como las calles del pueblo eran puro polvo y piedras.
La buena noticia es que parece ser que pronto van a renovar el puente colgante y será posible cruzarlo de nuevo. En el marco de la nueva «Vía verde por el rio Ara» que enlazará Margudgued y Fiscal a través de Jánovas en 2027, se ha planificado la rehabilitación del puente aunque creo que no hará falta esperar a ese año porque las obras ya han comenzado con el mantenimiento de la Plaza Mayor de Margudgued.