Como llegar al Cuello de Burgasé

El Cuello de Burgasé, en el Pirineo de Huesca, es uno de esos lugares a los que tienes que ir al menos una vez en la vida: belleza, soledad y épica.

Pero no es fácil llegar. Sistemáticamente me equivoco cada vez que pretendo ir y este fin de semana tuve que dejar el coche a más de 1 km porque el camino estaba impracticable.

Prados en el Cuello de Burgasé ayer

Si quieres ir, no te fíes del GPS, utiliza un coche alto (al menos 22 cms de distancia libre al suelo) y tracción en las cuatro ruedas. Ni se te ocurra ir sin tracción en caso de lluvia.

La mejor, y casi diría la única, forma de subir es pasando por Cájol y no por Burgasé. Circulando por la N-260 desde Boltaña, en cuanto pasemos el km 457, hay que girar a la derecha en el primer desvío que encontremos. Al menos te llevará una hora alcanzar la cima.

Si sigues el GPS, te llevará por Burgasé y a partir de ahí, el camino está lleno de árboles caídos, roderas profundas y mucha vegetación. Será una misión imposible.

El Pluviómetro

El fin de semana pasado decidí realizar la acción memorable del mes y junto a mi hermano, Sara, Sofía y Pol, subir al Pluviómetro como hacíamos de pequeños con mis padres y mi tio Antonio en su Nissan Patrol.

El Pluviómetro es el nombre familiar que le damos al Cuello de Burgasé, en la comarca del Sobrarbe en Huesca, un lugar idílico y al que tienes que ir, a unos 1700 metros de altura rodeado de prados, pinos y vacas. Su ubicación es un poco complicada ya que no resulta fácil encontrarla en el mapa ni mucho menos llegar por lo que puedes utilizar este mapa para centrarte.

Para llegar necesitas entre 1,5 y 2 horas por pista forestal en bastante mal estado y absolutamente imprescindible un coche alto y con tracción en las cuatros ruedas, especialmente si hace mal tiempo y llueve.

Sara, Sofia y Pol junto al pluviómetro

Hay varios caminos para llegar y es bastante fácil perderse por lo que es una buena idea invertir unos minutos trazando la ruta en Google Maps.

El Cuello de Burgasé con sus prados a 1.700 metros de altura

En nuestro caso, la subida fue bien pero en la bajada uno de los neumáticos explotó literalmente y tuvieron que venir a «rescatarnos» con una grua, tarea que resultó muy larga y complicada debido al estado de la pista.