Es necesario e importante. Nuestro ajetreado, estresante y demandante día a día no nos deja otra alternativa que invertir cierto tiempo en técnicas de mindfulness para volver a conectar con nosotros mismos. Básicamente para «descansar» nuestra mente y poder concentrarnos, sin distracciones, en nosotros mismos.
Nuestro entorno, Whatsapp, Instagram y la necesidad de ser super-guays 24/7 no nos llevará a ningún buen puerto. Solamanete va a crearnos stress innecesario y después vamos a tener que solucionarlo con mindfulness, yoga, meditación e historias de estas.
Aunque hay mejores técnicas. El Mindfulness no deja de ser un invento post-moderno para los urbanitas estresados que no son capaces de dejar de mirar el teléfono ni un solo minuto o de encontrar un mìnimo de paz interior consigo mismos sin ayuda externa.
Si realmente quieres ser más feliz, ólvidate del mindfulness e invierte tiempo en alguna de estas actividades: ir a pescar en solitario a un rio, levantarte temprano antes de que amanezca e ir a por caracoles, andar por la montaña en busca de setas durante 6 u 8 horas o símplemente, sal a andar rodeado de naturaleza y sin ir acompañado.
El único requisito es que no te lleves el teléfono y que no vayas con gente. Pruébalo. De verdad que estar junto a un rio, con tu caña, intentando capturar peces durante unas cuantas horas es 100 veces más efectivo que 60 horas de mindfulness o de yoga. Créeme.
Si tienes problemas con matar animales, siempre puedes devolverlos al agua como suelo hacer yo la mayoria de las veces (a no ser que se me aparezca una buena trucha que al final acabo comiéndomela para fortalecer el ciclo de la vida).
Si definitivamente eres animalista, prueba con las setas. Desde finales de septiembre y hasta el fin de noviembre, en los Pirineos (y en muchos otros sitios) vas a poder disfrutar de una experiencia única. Más barata y más efectiva que cualquier otra técnica que puedas encontrar en la ciudad.