El fin de semana pasado descubrí, casi por casualidad, uno de los pueblos más bonitos que he visto en los últimos tiempos. Se llama Montfalcó Murallat y se encuentra en la provincia de Lleida, a unos 7 kms de Cervera.
Se trata de un pequeño recinto amurallado encima de una colina en cuyo interior se hacinan las viviendas que en su mayoría se asientan en una de las paredes de la muralla del pueblo, formando estrechos callejones y túneles.
Con todo, el pueblo es muy pequeño y se puede visitar en menos de media hora, incluyendo una vuelta por fuera de la muralla desde donde se puede contemplar una buena vista de los alrededores.
También hay un pequeño restaurante que aunque no he ido ya he incluído en mi «Want to Go» de Google.
La primera mención a Montfalcó Murallat data de 1043 y pese a que ha sufrido diversas modificaciones a lo largo de 1000 años, la estructura inicial se sigue conservando en la actualidad con todas las viviendas aun dentro del muro.
Lo más interesante de Montfalcó Murallat, además de su ubicación en lo alto de una colina y la belleza propia de las construcciones y sus callejones, radica en que todas las edificaciones se siguen manteniendo dentro del recinto de la muralla tal y como era la norma durante la edad media.