Fue en Mas Cabanyes donde Laura y yo nos casamos ya hace casi un año y medio. La masía ubicada en mitad de campos y bosques, está en el término municipal de Argentona a escasos 30 minutos de Barcelona.
De porte majestuoso, la masía o palacete (según se designe) se construyó en el siglo XVI durante el reinado de Felipe I y perteneció a diversas generaciones de la acomodada familia Cabanyes de la que han surgido importantes militares y poetas y que posteriormente se dispersó por diferentes poblaciones de Cataluña (ver Diari de Vilanova I y II).
Se cuenta que el monarca se alojó en la masía en algún momento antes de 1556 (por eso no puede haberse construido en 1568 como aparece en el escudo heráldico de su fachada) cuando iba camino de Gante y que estuvo cazando por los bosques de la zona. En recompensa, permitió a sus propietarios añadir torreones en las esquinas del edificio.
En 1922, la masía se vendió a la familia de Salvador Barbra i Arroyo (editor y anticuario) que la convirtió en una granja avícola hasta que a finales del XX pasó a manos de un grupo de restauración que lo utiliza actualmente para la celebración de eventos.
La espectacular fuente de la entrada es la parte más antigua de la casa.