Observo con preocupación que la capacidad de los más jóvenes para la escritura se está degradando con el paso de los años. En general, si aspiras a un trabajo con un sueldo decente vas a tener que escribir y mucho: desde emails a presentaciones, por no hablar de informes o artículos.
En el entorno técnico en el que me muevo cada vez cuesta más encontrar a alguien que sepa escrbir; que sepa redactar un informe, sin faltas ortográficas y que se entienda. Cuesta encontrar a personas que sepan diferenciar entre un estilo formal de escritura y un estilo de email entre amigos; personas que sepan transmitir información de forma concisa y clara.
He observado que siempre se cumple la siguiente regla: la capacidad de una persona para escribir es proporcional al número de libros que se ha leído en su vida. Por supuesto hay muchos matices porqué no es lo mismo leerse un manual técnico que leer literatura clásica o leer un comic, pero desde luego alguien que no ha leído nunca no es alguien al que contrataría.