He terminado de leerme «Dolce far niente. Una primavera toscana» de Rafael Vallbona, un pequeño libro de no más de 170 páginas que nos invita a parar y a contemplar la belleza del arte y de los pequeños detalles durante una estancia de unos meses en Siena, Italia.
El turismo de fotografía y de redes sociales está en el punto de mira en este ensayo o cuaderno de bitácora, no se muy bien como etiquetarlo, en contraposición al «slow tourism» (me acabo de inventar la expresión) alimentado por conceptos como volver al mismo café día tras día mientras observas a los transehuntes pasar o visitar y revisitar una galería de arte o iglesia y pasar tiempo en sus detalles y su historia.
En general hablamos de hacer que la vida transcurra más lenta, más sosegada y rebajar nuestro nivel de adrenalina diaria.