He encontrado, casi de casualidad en el DARA (Documentos y Archivos de Aragón), un expediente de responsabilidades políticas de 1942 contra 7 vecinos de Sieste y Margudgued entre los que estaba mi abuelo Antonio Sampietro Betato.
El expediente se inicia el 2 de diciembre de 1942, pocos años después de finalizar la Guerra Civil en España y en ellos se encausa a Bienvenido Bielsa Cavero, Juan Rabal Campo, Domingo Mata Bara, Andrés Javierre Narat, Martín Salinas Puértolas, Eusebio Vidaller Pérez y a Antonio Sampietro Betato.
A todos ellos se les acusa de pertenecer en 1936 al Comité Revolucionario de Sieste, una agrupación de signo izquierdista formada por miembros afiliados a la UGT o la CNT. En el caso de mi abuelo, formaba parte de los dos sindicatos.
El expediente que sigue al Consejo de Guerra, se desarrolla muy deprisa y en el se solicita a dos péritos, al párroco, al alcalde y al jefe local de la Falange en el pueblo que auditen los bienes de los encausados con la ayuda de la Guardia Civil.
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En la siguiente imagen se muestra el resumen de la auditoria que se realiza sobre todos los encausados y en la que se establece la valoración en pesetas de todos sus bienes rústicos, urbanos y pecuarios.
Después de varios meses de investigación y juicio, el 16 de mayo de 1943, se dicta el auto de sobreseimiento de la causa ya que los»… encartados de antecedentes izquierdistas formaron parte del Comité siendo intachable su conducta evitando persecuciones y daños y aconsejándose siempre de los elementos de derechas, siendo condenados todos a la pena de siete años de inhabilitación absoluta».
Después de leerme las más de 100 páginas del expediente, me llaman la atención un par de cosas: lo burocrático del proceso en esos años convulsos justo después de la guerra y la de detalles y realidades que nunca vamos a saber de lo que pasó entre 1936 y 1939 en Margudgued y Sieste.