Hace unos días hablaba sobre Pilar y Gerardo de Casa Torres en Margudgued y aprovechando que estoy terminando mis vacaciones en Boltaña, el otro día fuimos a visitar el cementerio con mis hijos y me encontré con su tumba, apellidos y años de fallecimiento.
La última morada de Pilar y Gerardo es un simple nicho con una pequeña placa en marmol que ni siquiera ocupa toda la superficie del frontal, acompañada por unas flores secas en una botella de agua de plástico y protegida por una piedra en el Cementerio de Margudugued.
Pilar y Gerardo compartían los dos apellidos, «Lanau Menac», ya que el padre de Gerardo nunca reconoció a su hijo.
Visitar el cementerio de Margudgued es siempre una actividad interesante. Se encuentra a unos 10-15 minutos caminando del pueblo y se llega tomando un pequeño sendero entre campos junto a la carretera no asfaltada que va hacia Ainsa junto al rio Ara.
Uno de los aspectos que llama más la atención del cementerio es la fecha que aparece en la losa de entrada y que marca 1924. La pregunta obvia es dónde estaba el viejo cementerio antes de esa fecha.
La respuesta la tenía mi padre. Me contó que el cementerio del pueblo estaba junto a la iglesia y que se construyó el nuevo en 1924 porque el viejo se había quedado pequeño. Sin embargo, no fue hasta la década de 1940 cuando tuvo lugar un hecho importante.
Casa Gila quería construir unos establos para vacas en los terrenos del antiguo cementerio que reclamaba como propios. Hubieron muchas discusiones y «peleas» encabezadas por Enrique y Teresa de Cambra que reclamaban que al menos trasladasen los muertos al nuevo cementerio.
Parece ser que no fue así y al final tiraron los cadáveres al rio. La misma historia me la contó también Teresa de Cambra hace unos 20 años o más, después de que mi padre me lo explicara. Me pidió además, que no publicara nada, porque este hecho generó una gran herida entre los vecinos de Margudgued que duró varias décadas. Pasados ya más de 80 años y con ningún protagonista vivo, he pensado que sería bueno compartir esta historia.
El viejo cementerio ocupaba las viejas cuadras de Casa Gila y el terreno del pozo al que se accedía por una especie de callejón. Hoy en día ya no hay animales ni vacas y el viejo edificio, colindante con la Iglesia, es una vivienda de turismo rural.
Toda esta historia hay que contextualizarla en los tiempos de postguerra que estuvieron marcados por disputas entre los dos bandos ideológicos incluso mucho después de la finalización de la Guerra Civil.
En una de mis visitas al cementerio de Margudgued hace unos 15 o 20 años, fotografié las lápidas de Carmen Sampietro Coscujuela y su marido Ramón Santolaria Albás. Murieron en 1956 y 1958 respectivamente, y Carmen era la hermana de mi bisabuelo Antonio Sampietro Coscujuela (o Coscojuela, o Cascujuela como pone en la lápida,… pero está mal).
He decidido publicar estas fotografías porque en la última ocasión en la que estuve ya no estaban. Imagino que el frio, la nieve y la lluvia deben haber contribuído a que las placas de la lápidas no hayan durado ni 60 años.
El recinto alberga solamente monumentos funerarios de una envergadura representativa de un pasado argentino mejor, cuando el país era la cabeza del tren sudamericano, hace ya demasiadas décadas. Magestuosas tumbas con reminiscencias egipcias se alzan entre multitud de estatuas, árboles y turistas que veneran a todas horas la tumba de Evita.
Otro punto importante de la visita a este cementerio es la Basílica de Nuestra Señora del Carmen, consagrada en el año 1734 y que tiene en su interior algunas curiosidades importantes.
La iglesia del pueblo data de los siglos XVI y XVII, con planta de crucero bajo, nave única, cierres de bóveda, puerta con arco de medio punto y diminuta torre en los pies a modo de campanario. Sus campanas datan de 1764 y en 2004 fueron rehabilitadas.
Antiguamente, la Iglesia de Margudgued tenía un pequeño cementerio adjunto en el lado izquierdo de la construcción (estando en frente de la puerta), pero en la primera mitad del siglo XX (muy posiblemente justo después de la Guerra Civil) fue cambiado de ubicación al utilizarse ese terreno para construir los establos de «Casa Gila».
El cementerio actual, en las afueras del pueblo y sin carretera de acceso, viene datado de 1924, según aparece inscrito a la entrada del mismo.