Hace unos días hablaba sobre Pilar y Gerardo de Casa Torres en Margudgued y aprovechando que estoy terminando mis vacaciones en Boltaña, el otro día fuimos a visitar el cementerio con mis hijos y me encontré con su tumba, apellidos y años de fallecimiento.
La última morada de Pilar y Gerardo es un simple nicho con una pequeña placa en marmol que ni siquiera ocupa toda la superficie del frontal, acompañada por unas flores secas en una botella de agua de plástico y protegida por una piedra en el Cementerio de Margudugued.
Pilar y Gerardo compartían los dos apellidos, «Lanau Menac», ya que el padre de Gerardo nunca reconoció a su hijo.
Una de las casas más emplemáticas de Margudgued era Casa Torres, la última vivienda del pueblo (o la primera según se llegaba por el camino desde Ainsa).
Recuerdo muy bien, desde que era pequeño, a sus dos ultimos moradores: Pilar de Torres y su hijo Gerardo.
Pilar era madre soltera y pocos conocían al padre de su hijo, Gerardo, por lo que durante toda su vida arrastró un sentimiento de culpa y de sentirse señalada por haber sido madre fuera del matrimonio en un pueblo de apenas 40 o 50 habitantes. Mi abuela incluso me había llegado a decir que el hecho de que Gerardo fuera ciego era consecuencia de la «vida alegre» de Pilar y que Dios por eso había castigado a su hijo nacido del pecado.
A pesar de todo, Pilar y Gerardo conformaban una familia peculiar: Gerardo era muy simpático y siempre estaba dispuesto a ayudar en todo. Recuerdo los corros de vecinos en verano, después de cenar, en la calle en los que siempre estaban Pilar y su hijo explicando cuentos e historias.
En Margudgued, cuando llovía lo hacía con intensidad, como es normal en el Pirineo, y en más de una ocasión el rio se desbordaba y el agua entraba en las casas. Recuerdo que en esas ocasiones cuando la calle principal se llenaba de agua, Gerardo (ciego!!!) salía con una bara de hierro, encontraba la arqueta de la alcantarilla en mitad del agua y con una pericia especial, la abría para que el desagüe pudiera tragar toda el agua de la calle.
Los problemas de inundaciones terminaron cuando hace 30 años o así se decidió canalizar el rio y construir un pequeño paseo a su lado.
En otras ocasiones, Gerardo actuaba de manporrero de cerdos, nuevamente con una habilidad especial para los animales.
En esta foto de 1983 tenemos a Pilar de Torres en medio de mi hermano y yo (el pelirrojo con gafas). Detrás mío tengo a mi abuela, Ángela Garcés Cambra y a su lado a mi madre, a mi padre y también está Mariàngels, una amiga de mis padres que había subido con su marido, Mario, a buscar setas con nosotros. La foto está tomada frente a Casa Sampietro donde nació mi padre.
Pero un buen día todo cambió. Pilar de Torres se estaba haciendo mayor y hace unos 30 años Gerardo decidió terminar con su vida tirándose al río después de preguntar a un vecino si el río llevaba mucha agua por culpa de las lluvias. Encontraron su cuerpo ahogado a medio camino entre Margudgued y Ainsa.
Pocos años más tarde, en 2001, también falleció Pilar y con ella terminó la saga de Casa Torres.