Una vez sintetizados los factores de producción del cansancio, nos podemos hacer una idea de como debería ser una oficina que intentase minimizar la fatiga y por tanto maximizar la productividad:
- En las mesas de los empleados debería haber un dispensador de agua con un indicador digital de consumo realizado. De esta forma, no te tendrías que levantar para hidratarte y podrías, incluso, hacerte un plan personalizado de consumo de agua. Ya se que es más fácil tener una botella o un dispensador grande de oficina, pero muy poca gente lo utiliza. La gente es vaga.
- Los suelos y paredes deberían ser lo más sono-absorbentes posible. Moqueta, por ejemplo, siempre va bien. Además también se podrían poner separadores de mesa para aislar un poco las llamadas telefónicas.
- Deberían existir salas de «desconcentración», con ventanas, plantas. vistas al mar o a bosques, etc. Desde luego, los coffee corners atiborrados de gente, con climatización deficiente o excesivamente ruidosas, más que propiciar descanso generan aun más sensación de fatiga.
- Los empleados deberían estar autorizados a trabajar en zapatillas de estar por casa y sin corbata. Otra cosa es si tienes que tratar con clientes o partners o tienes una reunión. Pero desde luego, en tu mesa, deberías tener la posibilidad de estar descalzo.
- Por último, dos factores complementarios que permitirán reducir el cansancio son la luz y la respiración de la oficina. La luz tiene que ser inteligente; si es natural no debe ser molesta y si es artificial que sea directiva y que permita crear espacios más claros que otros. Una buena respiración (y por supuesto climatización) también será clave para que nuestro cuerpo respire.
Hay varias empresas que tienen iniciativas abiertas en esta dirección pero en España, al menos, estamos aun algo lejos. Los más avanzados, por lo que he podido ver por ahí, son los norteamericanos.