Esta semana he tenido la oportunidad de pasar un par de días en el Schloss Krickenbeck (o Castillo de Krickenbeck en español), un colosal palacio reacondicionado en 1904 sobre el viejo castillo de finales del siglo XIV cuando pertenecía a los Condes de Kleve.
Su remodelación final a principios del siglo XX es un buen ejemplo de arquitectura neorrenacentista alemana.
El Schloss Krickenbeck está en Alemania, en el municipio de Nettetal, a escasos 10 minutos de la frontera con Holanda y lo más destacado de la zona, sin lugar a dudas, es su frondosa naturaleza y los lagos que rodean a la mansión.
El martes y el miércoles hemos celebrado ahí el Sage Summer Camp, el evento para partners de Sage en Alemania que ha reunido a más de 200 asistentes y donde han podido conocer las novedades en nuestros productos y los planes de innovación para 2025 con énfasis especial en Sage Copilot.
Uno de los momentos más especiales de mi estancia en Krickenbeck fue el martes a primera hora cuando salí a correr 7 kms entre lagos y bosques y rodeado de animalillos de todas clases.