Después de más de un año y medio intentando vender nuestra casa de El Masnou, esta tarde, en reunión plenaria, hemos decidido que no vendemos y que no nos trasladamos a vivir a Barcelona ciudad.
Han influído en la decisión diversos factores entre los que destacan el bajo precio que nos ofrecía el mercado y lo difícil que iba ser cambiar más de 200 metros cuadrados con vistas al mar y parking por un ático de 100 metros con vistas a alguna calle aglomerada.
Así que no vamos a vender y a cambio procederemos a mejorar aun más nuestra calidad de vida poniendo una puerta automática en el parking, renovando la cocina, el baño de abajo, poniendo parket en el primer piso (que aun no teníamos) y revistiendo de teca el suelo y paredes del jardín de detrás.