Descubrí no hace mucho a Phil Lockwood, un pintor inglés muy malo haciendo webs pero muy bueno pintando. La verdad es que no es muy conocido (ni siquiera lo he encontrado en la Wikipedia) pero sus obras son realmente interesantes.
Dos de sus temáticas preferidas son los paisajes urbanos y los entornos industriales, ambos de época y algunos muy conectados con arqueología industrial.
Los clásicos formularios estáticos para recoger datos de leads ya son historia. Hoy en día el «Progressive Profiling» ha reemplazado la forma en la que un usuario interactúa en una página web cuando solicita información o simplemente quiere dejar sus datos de contacto.
Básicamente, el Progressive Profiling consiste en dividir la entrada de datos en varias pantallas de tal forma que solo la primera es común y estática a todos los usuarios mientras que las siguientes se crean en base a las respuestas obtenidas en el primer formulario.
Por ejemplo, imaginemos un concesionario de coches que está anunciando en su web una jornada de puertas abiertas para probar un nuevo modelo pero requiere conocer la identidad de los conductores y priorizarlos en el caso de que haya exceso de demanda.
En ese caso, la primera pantalla podría ser Nombre y Edad. Si la edad es inferior a 21 años nos podría interesar saber desde cuando tiene licencia de conducción mientras que para el resto conocer el vehículo que tienen actualmente.
Si queremos implementar Progressive Profiling de forma rápida, una buena opción sería utilizar Salesforce Pardot.
Pese a que soy un gran defensor de las patatas (ver Sobre el maltrato a la patata) me gustaría hablar un poco sobre los nabos, unos grandes olvidados de la cocina.
Pese a que no son tan sabrosos como las patatas, los nabos cuentan con una gran ventaja y es que solo tienen 28 Kcal/100g frente a las 80 Kcal de las patatas. Además, su aporte de fibra y minerales es importante por lo que pueden ser un buen sustitutivo de estas.
Una de las grandes ventajas de los nabos es que aportan consistencia a los purés (igual que las patatas) con la diferencia calórica comentada anteriormente. Es decir, que un puré hecho con col, zanahoria, apio, cebolla y nabo nos quedará tan bueno como si le hubiéramos puesto una buena ración de patatas pero con un 50% menos de aporte calórico.
Pese a las altas tasas de paro que tenemos en España, encontrar talento cuando hablamos de tecnología continua siendo complicado. Quizás no tan complicado como en San Francisco o Londres pero muy difícil y costoso al fin y al cabo.
Uno de los principales problemas es que nadie quiere trabajar en empresas casposas, con corbatas, procesos anticuados, etc. Captar la atención de candidatos solo leyendo las ofertas de trabajo resulta todo un reto.
Un buen ejemplo de anuncio atractivo es lo que hace la gente de Binance, una plataforma de inversión en criptomoneda ubicada en Hong Kong.
Me encantan todas las descripciones de los puestos de trabajo pero especialmente la de Product Manager. Si quieres ver más ofertas del mismo estilo, esta es la página de Careers de Binance.
Si no quieres que nadie sepa lo que hiciste hace 9 meses y 17 días,… ni ningún día, lo que debes hacer es deshacerte de tu teléfono móvil porque sino, vas a estar rastreado las 24 horas del día.
Al menos, si estás en Android, Google te muestra tu histórico de desplazamientos y puedes desconectarlo, pero piensa que las compañías telefónicas siempre van a saber donde estás.
Símplemente, ve a Google Maps en tu teléfono (o directamente desde la web) y en el menú de la izquierda pincha en «Tu Cronología«. Saltarás a un menú en el que puedes seleccionar el año, mes y día exacto y Google te mostrará un mapa con todos los sitios a los que fuiste ese día y a que hora.
Desde que Skype fue adquirida por Microsoft, la aplicación no levanta cabeza. Para cualquiera que sea usuario de Skype sabrá que a la que intentas montar una videoconferencia con varias personas, compartir escritorios o configurar dispositivos, la tarea puede hacerse muy cuesta arriba. Y ya no hablamos de Skype for Business, una auténtica calamidad.
La alternativa se llama Zoom. La utilizo desde hace casi 3 años y estoy encantado. Permite videoconferencias de hasta 50 personas a la vez, la calidad de vídeo y audio es sin duda la mejor y es la que requiere un menor ancho de banda. Además para cambiar de cámaras o micrófonos es muy fácil e intuitivo.
La versión gratuita permite llamadas de hasta 40 minutos y la de pago no tiene límite y permite un montón de cosas más como grabación, etc.
La versión para teléfono también funciona muy bien y lo mejor de todo es que cuando quieres invitar a otro a una reunión, no es necesario que esté dada de alta; solo clicando en un link, la aplicación se configura y arranca.
Hace unos cuantos fines de semana que me estoy peleando con un experimento para el que necesito etiquetas metálicas con códigos QR que sean bastante resistentes y que permitan cierto grado de personalización y después de mucho buscar por fin he dado con una empresa en Estados Unidos que ofrece exactamente lo que buscaba: My Asset Tag.
Permite la configuración personalizada de etiquetas incluyendo dimensiones, números consecutivos en diferentes formatos con prefijos y sufijos, subir logos, cambiar tamaños y colores de textos y unas cuantas cosas más además de códigos de barras.
Después, se puede elegir también el tipo de material que puede ir desde aluminio con impresión anti-ralladas hasta el papel plastificado más básico.
Ya era hora de encontrar empresas industriales que apliquen los mismos conceptos de usabilidad y comunicación web que las aplicaciones para usuario doméstico.
Encontré esta carta hace 15 años en el fondo de un cajón de una cómoda que estaba en el montón de la basura en las cuadras de la casa de Margudgued donde nació mi padre. Ángela Garcés Cambra era mi abuela.
Rio de Janeiro
Ángela Garcés Cambra, Margudgued
Querida prima y familia, no se que pensarás al recibir esta carta, tendría muchas cosas que contar, ya me ves, en América. A vosotros también os habrán pasado muchas cosas, quizás desagradables, lo mejor es arreglarlo todo del mejor modo que se pueda.
Te mando estas letras desde Rio de Janeiro, poco antes de llegar a Buenos Aires. Allí quisiera me escribieras cuando recibas esta pues el tres o cuatro de febrero desembarcaré allí.
No recuerdo la dirección de las primas de Huesca, Ángeles y María, para dar con ellas. Como es tan grande... aunque tengan fábrica no puede ser encontrarlas. Si tú no la recuerdas, las primas de Ligüerre lo sabrán. También quisiera la dirección de Superiora (?), el tio de Carmen, que está él por aquí. ¿Antonio el de Huesca, por donde anda?.
A Naval escribiré en cuanto pueda, entre tanto si puedes darles noticias, que me acuerdo mucho de ellos. ¿Sabes de Milagros que estaba en Escanilla? ¿Y de Alejandra?.
Si buenamente puedes, dime también las señas de la tía Carmelita de Clamosa, la hermana de tía Cándida de Naval, hace mucho que está por América, siempre ha sido superiora.
Es muy hermoso el viaje por mar. A donde has de dirigirme la carta: Buenos Aires, Potosí 4032.
Mis afectos a todos, besos a los niños y un abrazo de tu prima
Generosa Cambra
Hoy, 31 enero 1938