El horizonte

Patrick Modiano despliega en El Horizonte la historia de Bosmans y de como 40 años después intenta reconectar con Margaret, perseguida por un psicópata que la tiene atemorizada.

Volver atrás en el tiempo y saber que fue de las personas que se perdieron y que eran importantes para ti después de varias décadas, resuena como algo atractivo, quizás imperativo, cuando la vida encara su última vuelta y la soledad acecha implacable.

Revivir lo vivido en toda una vida y recordar tus pensamientos cuando tenías 20 años es prácticamente imposible a no ser que tengas un diario, un blog o algún sitio donde vayas trackeando tus días.

Para los que me preguntais porqué tengo un blog, he ahí la respuesta..

Maratón de Palma

Este fin de semana he corrido mi maratón número 44 en Palma de Mallorca con un tiempo de 4h 18′ 42″, a un ritmo de 6’08″/ km. En esta ocasión estaba acompañado por mi hermano, al que lógicamente gané.

Mi hermano y yo a la llegada de la Maratón de Palma

El viernes por la noche volamos a Mallorca, el domingo corrimos la maratón y el lunes volvimos.

A parte de correr también hicimos un poco de turismo por la ciudad y la verdad es que me encantó. La última vez que estuve por la isla, con algo de tiempo, hacía ya más de 25 años y casi no recordaba lo bonita que es la ciudad.

Como llegar al Cuello de Burgasé

El Cuello de Burgasé, en el Pirineo de Huesca, es uno de esos lugares a los que tienes que ir al menos una vez en la vida: belleza, soledad y épica.

Pero no es fácil llegar. Sistemáticamente me equivoco cada vez que pretendo ir y este fin de semana tuve que dejar el coche a más de 1 km porque el camino estaba impracticable.

Prados en el Cuello de Burgasé ayer

Si quieres ir, no te fíes del GPS, utiliza un coche alto (al menos 22 cms de distancia libre al suelo) y tracción en las cuatro ruedas. Ni se te ocurra ir sin tracción en caso de lluvia.

La mejor, y casi diría la única, forma de subir es pasando por Cájol y no por Burgasé. Circulando por la N-260 desde Boltaña, en cuanto pasemos el km 457, hay que girar a la derecha en el primer desvío que encontremos. Al menos te llevará una hora alcanzar la cima.

Si sigues el GPS, te llevará por Burgasé y a partir de ahí, el camino está lleno de árboles caídos, roderas profundas y mucha vegetación. Será una misión imposible.

Şalgam

El lunes por la noche fui a un restaurante turco con especialidades anatolias en Londres, muy cerca de la estación de Waterloo. Realmente bueno sin pasarse con el precio: Tas The Cut.

Para beber me pedí una cosa que no sabía que era y que se anunciaba en el menú como «Salgam». Me trajeron un vaso con un líquido lila, no alcohólico, salado y con un sabor diferente e interesante que me gustó mucho.

Vaso de Salgam en el Tas The Cut de Londres

El nombre correcto de la bebida es Şalgam Suyu con una extraña S al inicio que se ha transformado en una S convencional en el menú. Literalmente significa jugo de colinabo aunque su preparación es algo más que eso.

Se prepara con el jugo de zanahorias en escabeche al que se le añade mucha sal y que se sazona con un colinabo especial llamado çelem y que se ha fermentado previamente. Se sirve frío y se suele acompañar con zanahorias, pepinillos o aceitunas encurtidas o en escabeche. Según he leído, se consume abundantemente en el sur de Turquía.

Creo que voy a claudicar en mi esperanza de poder elaborar salgam en casa porque lo veo realmente complicado.

La piedra de la paciencia

Después de leer durante mucho tiempo en mi Kindle, creo que estoy reencontrándome con el placer de leer en papel. La diferencia es que he comenzado a comprar libros de segunda mano a un precio irrisorio comparados con lo que cuestan nuevos o en el Kindle.

Al final, no vale la pena pagar 10 o 20 euros por un libro nuevo y de esta forma hacemos más sostenible todo el proceso, incluídos los precios, excesivos dede mi punto de vista, en Amazon. Por el barrio de Gràcia, en Barcelona, hay un montón de librerías que ofrecen libros usados por 1, 2 o 3 euros.

La Piedra de la paciencia, de Atiq Rahimi, lo encontré de casualidad en una de esas librerias de usados y me lo terminé ayer.

Es una pequeña novela ambientada en Afganistan y narra la vida de una mujer durante unos cuantos días, con su marido apostado en una cama en estado vegetativo a causa de un disparo. Intimista, efectiva y fácil de leer, no dejará a nadie indiferente.

Piumorcat (Pueyo de Morcat)

Aprovechando que llovía bastante el fin de semana, decidimos hacer un poco de exploración por la zona y nos aventuramos con el coche en dirección al Puerto de Serrablo desde Boltaña y un poquito antes de alcanzarlo nos desvíamos a la izquierda por una carretera, si se le puede dar ese nombre, hacia Pueyo de Morcat o Piumorcat, su nombre antiguo.

Después de unos 15 minutos, llegamos a un desolado pueblo con un par o tres de casas habitadas solamente en un paraje surcado por suaves colinas ultra verdes, prados, vacas y ovejas.

Pueyo de Morcat, Huesca

En el pueblo destaca la magestuosa iglesia del siglo XVII, hoy en estado ruinoso, y las antiguas casas con la arquitectura típica del Sobrarbe aragonés.

Pueyo de Morcat, municipio de Botaña

El pueblo está ubicado a unos 1.150 metros de altitud sobre el nivel del mar y se formó como un conglomerado de casas en torno a un pequeño castillo que se mantuvo en funcionamiento hasta el siglo XV.

Día de lluvia en Boltaña

El fin de semana pasado estuvimos en Boltaña y el sábado subimos casi hasta Murillo de Sampietro aunque nos dimos la vuelta cuando la lluvia se convirtió en el diluvio universal.

Cuando llegamos de vuelta al pueblo, así lucía el Barranco de San Martín, que habitualmente lleva un hilillo de agua solamente.

Guerra

Seguimos obsesionados con pelearnos entre nosotros. Por envolvernos en banderas que no nos han dado nada, más allá de un himno, una religión, un mundial o símplemente unas palabras que resuenan en nuestra tonta cabeza y que nos hacen pensar que los «otros» son los malos. Los más malos del mundo, y que hay que insultarlos, denigrarlos y porqué no, matarlos.

Al final unos pocos mueven su fantástica dialéctica y su fantástica maquinaria de marketing para hacernos pensar y creer lo que ellos quieren. Para llevarnos donde quieren llevarnos. Para odiar a otros. Para querer matarlos. Incluso por querer morir por ello. Ha sido así desde siempre, desde que hay memoria, desde que el hombre es hombre y la mujer es mujer. La manipulación de los más tontos por parte de los más listos. Y sangre, mucha sangre y lágrimas.

Es entre tanto sufrimiento que vi ayer, casi por casualidad, esta fotografía casi poética que es el más vivo retrato de lo que es una guerra, del polvo que la envuelve, de la tecnología, del sufrimiento y en definitiva del despropósito que todo ella representa.

Israel, Ayal Margolin – Reuters

La fotografía ha sido realizada esta semana por Ayal Margolin para la agencia Reuters en Israel pero podría ser Vietnam, Irak, Ucrania o símplemente una película que vemos cómodamente desde el sofá de casa.