Tiflis (o Tbilisi)

Este verano he estado por Georgia, en el cáucaso, y como no en su capital, Tbilisi (Tiflis en español).

El que era hace 20 años el país más peligroso de Europa, hoy en día es un remanso de paz y tranquilidad por el que te puedes mover sin ningún tipo de problema en su capital y tambien fuera.

Llegué a Tiflis pensando que iba a ser el único turista y cual fue mi sorpresa al descubrir que chinos, rusos, indios, turcos, árabes y kazajos lo tenían medio «invadido» con sus cámaras fotográficas en una capital que no decepciona y que tienes multitud de rincones, museos y espacios que hay que visitar.

Fundada en siglo V, se convirtió rápidamente en un punto geoestratégico de la ruta de la seda reconvertida hoy en día en un importante cruce de gasoductos provinentes de Irán y Azerbajan.

El casco antiguo de Tiflis es una de sus joyas principales, salpicado por cientos de restaurantes y bares y agitado al anochecer por una vibrante multitud de jóvenes respira vida y energía. Desde la Fortaleza de Narikala (del siglo IV), la vista de la ciudad es impresionante igual que el fluir tranquilo del río Kura, el Puente de la Paz o el Parque Rike.

Vista de Tiflis y del rio Kura desde la Fortaleza de Narikala

Desde Tiflis hay multitud de tours de un día para ir a los picos más elevados del Cáucaso de más de 5.000 metros, visitar sus decenas de monasterios ortodoxos o degustar vino en las importantes zonas de producción vinícola de Georgia.

Eso sí, en verano hace mucho calor con temperaturas que llegan hasta los 45 grados con facilidad aunque sin humedad. La gente es un poco rancia pero correcta y pese a que pocos hablan inglés, no tuve ningún problema para entenderme y que me dieran de comer cada día.

Plaza Europa de Tiflis

Georgia tiene algunas disputas con Rusia en los territorios de la autoproclamada República de Abjasia, en el oeste, y en Osetia del Sur en su frontera norte. Ambas regiones, en territorio georgiano, son independientes de facto aunque no están reconocidas por más de 4 o 5 países en el mundo. Este hecho explica la total animadversión hacia Rusia pese a que es una de sus principales fuentes de ingresos por turismo y las fronteras están abiertas para transitar entre los dos países.

Moldavia

Hace unas semanas estuve en Moldavia, mi país número 74. Entré al país desde Rumania por la frontera de Iasi porque me habían cancelado el vuelo a Chisinau por su cercanía a Ucrania y no había otro remedio si quería visitarlo.

Ciertamente no es un país que atraiga a muchos turistas, de hecho yo creo que actualmente no atrae a ninguno pese a que tiene mucho que ofrecer, es muy seguro y sobre todo muy barato. Moldavia es un país de vino, con muchas bodegas, cultivos y naturaleza.

Monasterio de Capriana, Moldavia
Parlamento de Moldavia en Chisinau
Yo en Chisinau, la capital de Moldavia
Jardines de Esteban el Grande en Chisinau

La capital, para ser honestos, es bonita pero algo «austera». Pese a lo que podría pensarse, es una ciudad moderna y limpia, con restaurantes, parques y algunos edificios antiguos que recuerdan su pasado soviético.

Por fin en el Puente de Morillo

Después de muchos años intentando visitarlo, hace un par de semanas conseguí llegar a unos de los lugares más bonitos del Pirineo Aragonés: el Puente de Morillo sobre el río Yesa.

Puente de Morillo sobre el río Yesa

Lo cierto es que no hay prácticamente nada de documentación sobre este magnífico puente y como que mis conocimientos para datar edificaciones e infrastructuras son bastante nulas me quedaré con las ganas de saber algo de su historia. Lo que sí parece claro es que debe tener unos cuantos cientos de años de antigüedad.

Puente de Morillo sobre el río Yesa

Para llegar hasta el puente, tienes que estar un poquito en forma. La manera más fácil es coger una pista forestal que sale de Boltaña justo antes de llegar al cementerio saliendo de la Plaza Mayor y conducir hasta el cruce que marca «San Pietro». Necesitarás un 4×4 o al menos un coche alto y conducir unos 30 o 40 minutos. A partir de ahí, hay que continuar caminando, atravesar el pueblo de San Pietro (o Sampietro) y después de unos 45 minutos llegar al fondo del barranco de Yesa por donde cruza el puente. La vuelta será algo dura porque hay mucha subida o sea que llévate agua.

También hay otra forma de llegar que es desde Buerba, pero no he ido nunca desde ahí pero para llegar el camino es más largo porque hay que cruzar en coche todo el valle de Añisclo.

La Iglesia de Anciles

Hace unos días, casi por casualidad, descubrí Anciles, un pequeño y espectacular pueblo en la provincia de Huesca perteneciente al municipio de Benasque en los Pirineos.

Además de sus pequeñas calles y sus majestuosos palacios y casas solaniegas su mayor sorpresa es la iglesia románica de San Pedro Apostol reformada en el siglo XVII y que en su parte interior esconde lo que en su día fue el cementerio del pueblo con algunas lápidas en el suelo de casi 200 años de antigüedad.

Sin duda, merece una visita si estás por la zona y no quieres perderte uno de los pueblos más bonitos y auténticos del Pirineo.

Olèrdola

Esta mañana hemos estado visitando la Montaña de Olérdola, a unos 30-40 minutos de Barcelona, desde la que podemos viajar desde la prehistoria a la vieja ciudad medieval pasando por la impresionante fortificación romana y por el viejo poblado íbero.

La visita da para una mañana y la verdad es que hay numerosos puntos que merecen un buen rato como la cisterna romana y su sistema de captación de agua, la muralla romana o la iglesia de Sant Miquel junto a su necrópolis.

Las vistas a los viñedos del Penedés y al mazizo del Garraf desde los puntos más altos de la montaña también son dignos de mención aunque sin duda alguna uno de los puntos fuertes de la visita es la Iglesia de Sant Miquel, consagrada en el 992, y rodeada de una necrópolis utilizada para realizar enterramientos durante más de 1000 años.

Reserva de Vueling a través de Iberia

Uno de los problemas principales cuando compras billetes de avión con Iberia para volar con Vueling es el proceso de acceso a la tarjeta de embarque desde la aplicación móvil.

El proceso de checkin se tiene que iniciar siempre desde la web de Iberia y desde ahí nos redirige a vueling.com donde tenemos que seleccionar asientos, etc. Una vez que hemos terminado con el checkin, si queremos tener las tarjetas en el móvil podemos proporcionar el número de teléfono o email y recibiremos un SMS o correo con un link… que no va!.

No se cual es la razón, pero la única forma de conseguir las tarjetas de embarque en el teléfono es entrar el código de reserva de forma manual y aquí es donde está el truco: Vueling e Iberia utilizan códigos de reserva diferentes y el de Vueling no aparece por ninguna parte excepto en el SMS que hemos recibido.

En el ejemplo, «ZFI93J» es el código de reserva de Vueling con el que podemos acceder directamente a la gestión del checkin en la web de Vueling o en su app móvil.

Las tres ventajas de hacer la reserva a través de Iberia son que puedes llevar maleta y mochila en cabina sin tener que pagar extra como sucede en Vueling, puedes cambiar asientos y además acumulas Avios.

Museo Nacional de Beirut

El viernes pasado tuve la oportunidad de visitar el Museo Nacional de Beirut y descubrir una de las maravillas más importantes del mundo: el sarcófago de Ahiram, un rey fenicio de Byblos (ubicada a unos 40 kms al norte de Beirut), y considerada la primera inscripción en alfabeto fenicio del mundo y por tanto pieza fundamental para entender como se transmitió el alfabeto a Europa para evolucionar hasta nuestro sistema actual.

Entrada al Museo Nacional de Beirut

Aunque su antigüedad es algo imprecisa se estima que puede datarse alrededor del 1000 a.c. es decir con una edad de más de 3000 años.

La parte más importante de la inscripción hallada en la parte exterior de la tapa del sarcófago dice así: «Si un rey entre reyes, un gobernador entre gobernadores o un general atacara Byblos y profanara este sarcófago, se deshoje el báculo de su poder, se derrumbe su trono y huya la calma de Byblos«.

El resto del museo es igualmente apasionante con muchos objetos recogidos en la necrópolis de Byblos y en otros lugares del Líbano de procedencia fenicia, griega y romana.

Bacamorta

El domingo pasado, volviendo de Ainsa, llevaba el coche en modo «random» y al pasar por Morillo de Liena en la comarca de la Ribagorza vi un cartel que ponía «4 Bacamorta» y claro, no podía dejar pasarlo, así que me metí por la carretera que en unos metros se convirtió en carreterita y al cabo de dos kms en pista forestal.

Bacamorta es un despoblado en el Valle de Nocellas ubicado en lo alto de una colina abandonado desde la segunda mitad del siglo XX.

Pista forestal de acceso a Bacamorta

La parte final de la pista forestal es bastante complicada, con fuertes pendientes y muchos agujeros y piedras por lo que mi recomendación es que no te metas por ella a no ser que tengas tracción en las cuatro ruedas.

De todas formas, el último kilómetro se puede hacer caminando sin problema y vale la pena cansarse un poco solo para poder contemplar las vistas y las casas consumidas por la hiedra.