¿Qué moto me compro?

A mis 50 he decidido sacarme el carnet de moto A2 (48CV máximo) y una vez lo tenga, que ya queda poco, me compraré una. Y aquí es donde comienzan las dudas.

La principal es si quiero una scrambler o una adventure. La scrambler es más cómoda por ciudad mientras que la adventure es más cómoda para distancias largas. En ambos casos, quiero que tengan algo de offroad aunque no tenga ni idea de como conducir por el monte ni quiera hacer ninguna ruta seria (de momento).

Lo cierto es que el 80% del tiempo la utilizaré en ciudad y rondas y que esporádicamente puedo querer ir al Pirineo o a pasear fuera de la ciudad. Estéticamente, las scramblers son más bonitas porque las clásicas del adventure, las BMW 1200GS y toda su familia, me parecen tanques conducidos por abuelos.

Comparativa de modelos

He hecho una pequeña comparativa de los modelos que más me llaman la atención, descartando algunas marcas y modelos que no me atraen nada como las Benelli, CF Moto, Voge o Brixton. Otras clásicas como Yamaha, Kawasaki o Suzuki no tienen gran cosa.

Aunque prácticamente cambio de opinión a diario, los tres modelos que quedan en mi lista final son la Fantic Caballero 500, la Macbor Eight Mile 500 SCR y la Macbor Montana XR5.

Mi Tercer Cumpleaños

En unas horas cumpliré 51 años y para la ocasión he recuperado esta vieja fotografía de mi tercer aniversario.

La fotografía tiene su gracia por lo muy costumbrista que resulta: la botella de CocaCola, absolutamente nada habitual en mi casa, una botella de vino «El Baturrico» y una cerveza Xibeca. Se me hace extraño ver la cerveza y el vino juntos en la mesa porque el único que bebía de vez en cuando era mi padre y no tengo claro a que se debía ese despliegue para una única persona.

El pastel también parece muy perfecto con su «Feliz Cumpleaños» plateado o dorado y es que tampoco era muy habitual que mi madre comprara pasteles ya que los hacía ella misma.

Todo ello me da que pensar que quizás teníamos invitados en la mesa aunque no recuerdo nunca haber celebrado mi cumpleaños con alguien más que mi madre, mi padre, mi hermano y, mientras vivía, mi abuela.

El Balance del 2021

El 2021 está ya casi terminando y este es mi particular balance del año:

      • Pol ha comenzado el colegio y Blanca se ha puesto a andar y ya dice sus primeras palabras: pete (chupete), papa, caca, te, esto, no, nas, llet,…
      • En marzo me rompí el ligamento cruzado posterior de la pierna izquierda y he estado parado 6 meses pero ya estoy casi recuperado del todo.
      • A falta de poder correr, he estado nadando un poco y en septiembre competí en la Marnatón de Cadaqués de 2,5 kms.
      • Después de más de un año y medio sin coger un avión, justo después del verano he vuelto a volar por trabajo para ir a Inglaterra cuatro veces.
      • Finalmente he conseguido vender la antigua casa de mis padres y mi casa del Poblenou con lo que ya solo tengo una hipoteca.
      • He decidido que me voy a sacar el carnet de moto A2 y en octubre aprobé ya el exámen de teórica. Ahora tengo que pensar en la moto que me compraré.
      • He tenido algunos fines de semana de amigos realmente «trepidantes»: boda de Álvaro en Valencia, su despedida, setas en el Sobrarbe, reunión anual de los compañeros de la universidad en Puigcerdà,…
      • A nivel profesional, pocos cambios: contínuo como vicepresidente mundial de ingeniería de software para el segmento de pequeñas empresas con un equipo que ha crecido hasta las 700 personas y con el que continuo aprendiendo día tras día.
      • Finalmente después de 30 años, he comenzado y terminado de ordenar las colecciones de sellos de mis padres y mías. Las he clasificado por países alfabéticamente y con un álbum especial para los sellos de España ordenados por año y tipo de régimen.
      • He leído 6 libros y voy camino del séptimo.

Si me acuerdo de algo más, ya lo añadiré.

Coleccionando Sellos

Cada año intento hacer algo en memoria de mis padres, y en 2021, aprovechando mi lesión de rodilla y que no podía moverme mucho, me he dedicado a ordenar los miles de sellos que tenían metidos en cajas y que estuvieron recopilando durante 2 o 3 generaciones.

El tema no me ha venido de nuevo ya que cuando era pequeño coleccionaba sellos españoles, a partir de diciembre de 1975 cuando comenzó el reinado de Juan Carlos I, y algunos domingos mi padre solía llevarme a la Plaza Real o al Mercat de Sant Antoni a comprar los sellos que me faltaban para mis álbumes.

La tarea ha sido larga y me ha llevado unos 5 meses invirtiendo cada noche entre una y dos horas. Al final me han salido 3 álbumes grandes de 60 páginas: uno para los sellos de España y colonias hasta 1976 y dos para el resto de países.

Primera página del álbum de sellos españoles

La verdad es que es apasionante seguir la historia de los paises a través de sus sellos, descubrir paises que ya dejaron de existir, cambios de nombre, colonias y diferentes formas de gobierno como por ejemplo la Segunda República Española cuando el rey Alfonso XIII tuvo que exiliarse en 1931 para ya no volver nunca más.

Mi Ligamento Cruzado Posterior

El 8 de marzo pasado mientras iba en bicicleta me caí al intentar frenar en un semáforo en rojo y me rompí el ligamento cruzado posterior de la pierna izquierda. Mientras el médico decide si me opera o no, llevo puesta una férula de rodilla que me da calor, me aprieta y me limita el movimiento. No puedo correr, ni saltar ni hacer muchas de las cosas que hacía antes.

La buena noticia es que sí puedo nadar o sea que he empezado a entrenar para la marnatón de Cadaqués de 2,5 kms que me regaló mi hermano.

En busca de mi Ikigai

«Ikigai» es un término japonés que significa algo así como «un motivo para existir y ser» y es la palabra más utilizada por los centenarios japoneses cuando se les pregunta sobre porqué se levantan todas las mañanas.

Se basa en cuatro conceptos principales que son (1) lo que amas, (2) en lo que eres bueno, (3) aquello que haces y por lo que alguien está dispuesto a pagar y (4) lo que el mundo necesita. Solamente a través del balance de estas cuatro variables se consigue la plenitud del Ikigai.

Probablemente, la más controvertida es la número 3 (aquello que haces y por lo que alguien está dispuesto a pagar) pero como ya decía hace unos años, resulta difícil ser feliz si no tienes dinero.

Las cuatro variables del Ikigai y las consecuencias de no estar en el centro

En el gráfico de arriba se muestran cláramente las consecuencias de no estar en el centro del perfecto balance entre las cuatro variables: inutilidad, tristeza, pobreza y mediocridad. Si te quedas fuera de los cuatro círculos principales entonces es que lo tienes todo pero dudo mucho que realmente haya alguien en el mundo que no pueda encontrar ninguna de las cuatro variables en él.

En el libro «Ikigai: Los secretos de Japón para una vida larga y feliz» hay cuatro preguntas para iniciarse en esa búsqueda del Ikigai y que voy a intentar autoresponderme:

      • ¿Cual es mi elemento natural? Me siento cómodo delante del ordenador, solo, durante horas pero también con gente pero sobretodo viajando y descubriendo cosas y lugares nuevos todos los días.
    •  
      • ¿Con qué actividades se me pasa el tiempo volando? Estudiando la genealogía de mi familia, escaneando documentos antiguos, corriendo o yendo en bicicleta, comiendo, creando cosas nuevas, estudiando  en profundidad temas que me apasionan, subiendo picos (no muy altos) y enseñando o explicando cosas a otros.
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      • ¿Qué me resulta fácil hacer? Hablar en público, estar y hablar con gente, estar concentrado en algo concreto y que me guste durante muchas horas seguidas, resolver problemas y estar bien conmigo mismo en situaciones tristes o de stress.
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      • ¿Qué me gustaba cuando era niño? Coleccionar sellos y monedas, hablar por mi emisora de radioaficionado, leer y escribir, dibujar planos inventados, pescar en el río, estar en la naturaleza, ir a buscar mejillones y almejas al mar, ir a por setas a la montaña, pasarme horas creando construcciones con el Exin Castillos y jugar a «policías y ladrones». Tengo bastantes cosas más pero sería muy largo…

En cierta forma, la búsqueda del Ikigai japonés me ha recordado al Hygge danés aunque tienen pocos puntos en común lo que me hace pensar que combinarlos podría ser una buena opción.

El viaje de los 50 (I)

Así que podamos movernos líbremente por el mundo, tendré que celebrar como se debe mi 50 cumpleaños y con algunos amigos hemos hablado de hacer un gran viaje en coche. Algunas de las opciones que estamos barajando son estas:

      • De Anchorage a Miami. El viaje comienza en la capital de Alaska y desde ahí atravesamos Canadá hasta entrar en Estados Unidos por Dakota del Norte, donde podemos visitar alguna reserva india, para continuar por Minneapolis, Chicago, Nashville, Atlanta y finalizar en Miami. En total son 80 horas de conducción o 10 días sin descanso.
  1.  
      • De Punta Arenas a Chacalluta. Arrancamos en el sur de Chile en Punta Arenas y nos adentramos durante unos cuantos cientos de kilómetros en Argentina hasta alcanzar San Carlos de Bariloche donde volvemos a Chile después de atravesar los Andes. A partir de ahí comenzaremos a subir hacia llegar a Santiago y despúes de 5.000 kms llegar a  la frontera con Bolivia en Chacalluta. Son 61 horas de coche sin descanso.
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      • De Vladivostok a Moscú. Este es el viaje más espectacular de todos: 9.000 kms y 120 horas desde el Mar de Japón a Moscú, atravesando 3.000 kms de bosque antes de llegar al lago Baikal y a la capital de Siberia, Novosirvisk. A partir de ahí la densidad de ciudades aumenta ligeramente hasta llegar a Moscú.
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      • De Las Vegas a New York. Algo más conservador, fácil y tranquilo, la ruta desde Las Vegas a New York atraviesa el Cañón del Colorado, algunas reservas indias, Omaha, Chicago, Toronto, Montreal y llega hasta Manhattan entrando por el verde Vermont. En total 43 horas de conducción.

Estas son las primeras cuatro opciones que estamos explorando aunque también me gustaría mirarme alguna travesía por Kazajistán o una propuesta en firme que me han hecho para ascender el Elbrus, el monte más alto de Europa en Rusia, partiendo en coche desde Barcelona.

Mis últimos 7 días

Ahí va un pequeño resumen de los hechos más destacados de estos últimos siete días:

      • Ya tenemos colegio para Pol. Y creedme, no es fácil. Después de ir a visitar muchos de los colegios candidatos, innumerables reuniones, discusiones con amigos y conocidos, ya hemos decidido el candidato final.
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      • Primer día en la oficina. Después de más de un año, esta semana he vuelto a la oficina de Sage con todas las medidas de seguridad y procesos para asegurar que no había riesgo alguno. Ha sido raro porque la habitual «efervescencia» ha desaparecido dando lugar a una calma especialmente inusitada.
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      • Revisión médica. Un año más he tenido mi revisión médica en Sage. Muy eficiente, como siempre. Una vez más me han vuelto a decir que estoy fuerte como un chaval de 25 años pero que me mire unos golpes que tengo en las piernas a raíz de la caída en bici que tuve la semana pasada.
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      • Clases en La Salle. Nuevamente como cada 6 meses, he reiniciado mis clases como profe en el el Master y Postgrado de eCommerce en La Salle los sábados por la mañana de 9h a 15h. Ya son más de 8 años en ello.
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      • Más visitas a mi piso del Poblenou. Parece que el mercado comienza a despertar un poco y el número de visitas a mi piso del Poblenou se incrementan. Incluso estoy viendo, pese a los indicadores macro, que muchas viviendas empiezan a subir de precio en Idealista, especialmente las más caras. A ver si vendo ya y me deshago de su hipoteca.