Algunos Sitios donde Ir

Si vives en Barcelona, a continuación encontrarás algunas ideas de donde ir una mañana o una tarde o un fin de semana…

  • Jardí Botànic de Barcelona: Ideal para un sábado o domingo en que no te apetece levantarte temprano. Frente al Estadio Olímpico de Barcelona se encuentra este interesante (y grande) Jardín Botánico donde puedes contemplar especies de todos los climas mediterraneos del mundo.
  • De Sant Sadurní d’Anoia a Gavá: La ruta es ideal para hacerla en un domingo lluvioso. Podrás quedarte en la cama hasta las 11 de la mañana, momento en que deberás empezarte a levantar para llegar antes de las 12’30 a las Cavas Codorniu en Sant Sadurní d’Anoia (muy bien señalizado) para visitarlas. La entrada cuesta 200 pesetas y la visita con guía dura alrededor de una hora, durante la cual se describe todo el proceso de elaboración del Cava. Al finalizar la visita coge la carretera de Sant Sadurni d’Anoia a Ordal, pasando por el Castell de Subirats, del siglo X, enclavado en un paraje rocoso de bosque frondoso. Una vez llegados a la Nacional 360 debes girar a la derecha y en Avinyonet coger la carretera que va hasta Gavá. Después pararemos por Olesa de Bonesvalls, momento que puedes aprovechar para comer en alguno de los 2/3 restaurantes de carretera que encontrarás. Se finalizará la ruta, siguiendo por esa misma carretera hasta Gavá, pasando por Begues.
  • Pantà de Granera: ¿ Vives en Barcelona y te gusta pescar ?. No lo pienses más y coge el coche un sábado y encáralo hacia Sant Feliu de Codines. Desde allí deberás ir a Castellterçol y coger después la carretera que conduce a Granera. Desde Castellterçol tienes alrededor de 7 kms hasta alcanzar el tranquilo Pantà de Granera donde podrás pescar carpas y truchas americanas. A la vuelta, ni se te ocurra pasar por Sant Miquel del Fai (desde Sant Feliu de Codines) porqué te clavarán 100 ptas por aparcar y 800 (por persona) por entrar en el recinto del parque !. Desde Barcelona tienes 50 minutos en coche.
  • Pic del Bastiments (Girona): Si lo que te gusta es la montaña pero no en exceso, la propuesta de ascensión a este pico seguro que te satisface. Sal de Barcelona a las 8 de la mañana y plántate en Setcases alrededor de las 10. Desde allí toma la carretera que conduce a Vallter 2000 y en una de las curvas deja el coche y comienza la ascensión hasta llegar al refugio propiedad del CEC (30 min.). Desde allí, hasta la cima no hay más de 2 horas a ritmo muy descansado. Una vez arriba (alrededor de 2850 m.) puedes aprovechar para comer (siempre que vayas bien abrigado) y emprender el descenso. Sobre las 5 puedes estar de vuelta en el coche, y si estás con fuerza, visitar Setcases o Camprodón.
  • Delta del Ebro: Si dispones de un dia solo podrás ver el delta. Si en cambio tienes dos dias, puedes visitar Tortosa y els Ports de Tortosa-Beseït. En ningún caso te pierdas la fauna y flora característica de la zona.
  • Ascender al Aneto (Huesca): Ascender al pico más elevado de los Pirineos es toda una aventura. Duerme en el refugio de la Renclusa y levántate a las 4 de la madrugada para tener una ascensión y descenso sin prisas.
  • Forat del Vent (Collserola): Bájate en la parada de metro de Montbau (L3) y comienza a ascender por donde puedas al mazizo del Collserola hasta alcanzar la carretera del centre de Zoonosi (por la carretera de la Arrabassada en el «revolt de la paella») y continua hasta el GR92. En unos minutos alcanzarás un vértice geodésico con vista espectacular de Barcelona y del Vallés e importante punto de observación de aves. Continua el sendero pasando por el repetidor y la torre de vigilancia (solo en verano) y baja por el escarpado sendero que se encuentra a la derecha de la carretera. De ahí en 10 minutos se alcanza el Forat del Vent (carretera de Cerdanyola). Desde ahí baja por otro sendero que penetra en el pequeño valle que se forma. Pasarás por una vieja mansión, jardines, una fuente y finalmente el Parque del Laberinto y el Velódromo. Coge el metro de vuelta en Horta (L5) y así te podrás tomar algo en la peculiar Plaza Ibiza. La duración de la excursioncilla es de 2’5 horas. Ninguna complicación si tienes un buen mapa.
  • Monasterio de Sant Pere de Rodes: Colosal monasterio enclavado en el inigualable Cap de Creus. Sal de Barcelona en tren entre las 7 y las 8 de la mañana y bájate en Llançà. Desde allí sube a pie por entre antiguas vías medievales hasta el Monasterio atravesando buena parte del macizo de Creus. El descenso realízalo por la vertiente sur hasta llegar a Vilajuïga donde puedes coger el tren de vuelta.
  • Visitar Colliure: Situado en el sur de Francia, es de imprescindible visita para admirar su fortaleza, su pequeño puerto y sus calles y, como no, para deleitarse de la carretera que nos lleva desde Llançà a Colliure pasando por Colera y Cervere. Desde Barcelona en coche tienes 2 horas y media.
  • Una tarde en Sitges: Nada más relajante que pasear por Sitges por la tarde entre las calles antiguas junto al mar. A 40 minutos de Barcelona en coche.
  • Subir al Matagalls: Espectacular vista desde el segundo pico más elevado del macizo del Monseny. Llega en coche hasta Viladrau y sube y baja por la misma ruta. 2 horas a pie desde Viladrau. También se puede subir desde Coll Formic.
  • Monasterio de Poblet: Catalogado como Patrimonio cultural de la Humanidad por la UNESCO, merece una visita imprescindiblemente. Si tienes tiempo, visita el pequeño pueblo de Prades. Magnífico rincón de la provincia de Tarragona.
  • Subida al Puigmal: Con 2.913 metros de altura, su ascensión (muy fácil) es magnífica. Entrénate un poco y llega en tren hasta Ribes de Freser. Desde allí ve hasta Queralbs en Cremallera y bájate. La ascensión hasta la Vall de Núria hazla a pie (no cojas el Cremallera) a través del pequeño sendero entre espectaculares rios y bosques. Desde el Santuario de Núria hasta la cima es coser y cantar. Si dispones de buenas botas, la bajada hasta Núria puedes hacerla derrapando y saltando en menos de 15 minutos.
  • Pantano de Foix: Coge la N-340 en dirección a Tarragona y desvíate en dirección a Vilanova i la Geltrú en L’Arboç. Desde allí pasarás en un par de minutos por Castellet donde puedes ver un interesante castillo. En la siguiente curva se mos muestra ya majestuoso el Pantà de Foix con su bonita presa. No escatimes un paseo por la ribera del pantano por el lado opuesto a la carretera, tras atravesar la presa. Podrás observar gran cantidad de aves, conejos y si hay suerte algún javalí o tejón. Para volver a Barcelona puedes hacerlo llegando hasta Vilanova i la Geltrú i desde allí por los Tunels del Garraf. Excursioncita de tarde de sábado (evita el domingo o te pillará la caravana de regreso).
  • Santa María del Mar (Barcelona): Que tal una tarde por Barcelona ?. Sitúate en el Passeig del Born y visita el Fossar de les Moreres i la magestuosa Iglesia de Santa María del Mar, posíblemente uno de los rincones más bellos y con más historia de Barcelona.
  • Travesía Gelida-Sitges: Apasionante travesía para amantes del trecking de largo fondo muy entrenados. La mejor fecha para realizarla es entre los meses de julio y agosto. Coge el tren en Barcelona lo más temprano que puedas y bájate en Gelida. Desde allí visita el castillo de la población y encamínate hasta el Puerto del Ordal atravesando todo el macizo. Pasa por Olesa de Bonesvalls y penetra en el Parc Natural del Garraf. Desde allí atravesando múltiples colinas llegarás hasta Sitges a través de los más bellos parajes desiertos de la provincia de Barcelona. Lleva importantes reservas de agua para el trayecto (30 Km a 40ºC).
  • Valle de Añisclo: Probablemente el Cañón de Añisclo es la zona más bonita de España que he visto. Situado en el pirineo de Huesca merece un fin de semana entero para poder visitar Ainsa, Boltaña y la Buerba. Si tienes más tiempo, date una vuelta por Escuaín. Solo accesible en coche y/o a pie (si estás en forma). Desde Barcelona, por la autovía BCN-Lleida tienes 3 horas en coche.

Termina la Vida y Empieza la Supervivencia

En 1854, el Presidente de los Estados Unidos de América, Franklin Pierce hizo una oferta por una gran extensión de tierras indias, prometiendo crear una reserva para el pueblo indígena.

En respuesta, el Gran Jefe Seattle, perteneciente a la tribu de los Pieles Rojas envió al Presidente Pierce la siguiente carta:

«¿Cómo se puede comprar o vender el firmamento, ni aún el calor de la tierra? Dicha idea nos es desconocida. Si no somos dueños de la frescura del aire ni del fulgor de las aguas, ¿cómo podrán, ustedes comprarlos? Cada parcela de esta tierra es sagrada para mi pueblo, cada brillante mata de pino, cada grano de arena en las playas, cada gota de rocío en los bosques, cada altozano y hasta el sonido de cada insecto es sagrado a la memoria y al pasado de mi pueblo. La savia que circula por las venas de los árboles lleva consigo las memorias de los pieles rojas.

Los muertos del hombre blanco se olvidan de su país de origen cuando emprenden sus paseos entre las estrellas; en cambio, nuestros muertos nunca pueden olvidar esta bondadosa tierra, puesto que es la madre de los pieles rojas. Somos parte de la tierra y asimismo, ella es parte de nosotros. Las flores perfumadas son nuestras hermanas; el venado, el caballo, la gran águila; éstos son nuestros hermanos. Las escarpadas peñas, los húmedos prados, el calor del cuerpo del caballo y el hombre, todos pertenecemos a la misma familia.

Por todo ello, cuando el Gran Jefe de Washington nos envía el mensaje de que quiere comprar nuestras tierras, nos está pidiendo demasiado. También el Gran Jefe nos dice que nos reservará un lugar en el que podamos vivir confortablemente entre nosotros. El se convertirá en nuestro padre y nosotros en sus hijos. Por ello consideramos su oferta de comprar nuestras tierras. Ello no es fácil ya que esta tierra es sagrada para nosotros.

El agua cristalina que corre por ríos y arroyuelos no es solamente el agua sino también representa la sangre de nuestros antepasados. Si les vendemos tierras, deben recordar que es sagrada y a la vez deben enseñar a sus hijos que es sagrada y que cada reflejo fantasmagórico en las claras aguas de los lagos cuenta los sucesos y memorias de las vidas de nuestras gentes. El murmullo del agua es la voz del padre de mi padre. Los ríos son nuestros hermanos y sacian nuestra sed, son portadores de nuestras canoas y alimentan a nuestros hijos. Si les vendemos nuestras tierras ustedes deben recordar y enseñarles a sus hijos que los ríos son nuestros hermanos y también lo son suyos y, por lo tanto, deben tratarlos con la misma dulzura con que se trata a un hermano.

Sabemos que el hombre blanco no comprende nuestro modo de vida. El no sabe distinguir entre un pedazo de tierra y otro, ya que es un extraño que llega de noche y toma de la tierra lo que necesita. La tierra no es su hermana sino su enemiga y una vez conquistada sigue su camino, dejando atrás la tumba de sus padres sin importarle. Le secuestra la tierra a sus hijos. Tampoco le importa. Tanto la tumba de sus padres como el patrimonio de sus hijos son olvidados. Trata a su madre, la tierra, y a su hermano, el firmamento, como objetos que se compran, se explotan y se venden como ovejas o cuentas de colores. Su apetito devorará la tierra dejando atrás sólo un desierto.

No sé, pero nuestro modo de vida es diferente al de ustedes. La sola vista de sus ciudades apena los ojos del piel roja. Pero quizás sea porque el piel roja es un salvaje y no comprende nada. No existe un lugar tranquilo en las ciudades del hombre blanco, ni hay sitio donde escuchar como se abren las hojas de los árboles en primavera o como aletean los insectos. Pero quizás también esto debe ser porque soy un salvaje que no comprende nada. El ruido parece insultar nuestros oídos. Y, después de todo ¿para qué sirve la vida si el hombre no puede escuchar el grito solitario del chotacabras (aguaitacaminos) ni las discusiones nocturnas de las ranas al borde de un estanque? Soy un piel roja y nada entiendo. Nosotros preferimos el suave susurro del viento sobre la superficie de un estanque, así como el olor de ese mismo viento purificado por la lluvia del mediodía o perfumado con aromas de pinos. El aire tiene un valor inestimable para el piel roja ya que todos los seres comparten un mismo aliento – la bestia, el árbol, el hombre, todos respiramos el mismo aire. El hombre blanco no parece consciente del aire que respira; como un moribundo que agoniza durante muchos días es insensible al hedor. Pero si les vendemos nuestras tierras deben recordar que el aire no es inestimable, que el aire comparte su espíritu con la vida que sostiene. El viento que dio a nuestros abuelos el primer soplo de vida, también recibe sus últimos suspiros. Y si les vendemos nuestras tierras, ustedes deben conservarlas como cosa aparte y sagrada, como un lugar donde hasta el hombre blanco pueda saborear el viento perfumado por las flores de las praderas.

Por ello consideramos su oferta de comprar nuestras tierras. Si decidimos aceptarla, yo pondré condiciones: El hombre blanco debe tratar a los animales de esta tierra como a sus hermanos. Soy un salvaje y no comprendo otro modo de vida. He visto a miles de búfalos pudriéndose en las praderas, muertos a tiros por el hombre blanco desde un tren en marcha. Soy un salvaje y no comprendo como una máquina humeante puede importar más que el búfalo al que nosotros matamos sólo para sobrevivir. ¿Qué seria del hombre sin los animales? Si todos fueran exterminados, el hombre también moriría de una gran soledad espiritual; porque lo que le suceda a los animales también le sucederá al hombre. Todo va enlazado. Deben enseñarles a sus hijos que el suelo que pisan son las cenizas de nuestros abuelos. Inculquen a sus hijos que la tierra está enriquecida con las vidas de nuestros semejantes a fin de que sepan respetarla. Enseñen a sus hijos que nosotros hemos enseñado a los nuestros que la tierra es nuestra madre. Todo lo que le ocurra a la tierra le ocurrirá a los hijos de la tierra. Si los hombres escupen en el suelo, se escupen a si mismos.

Esto sabemos: La tierra no pertenece al hombre; el hombre pertenece a la tierra. Esto sabemos, todo va enlazado, como la sangre que une a una familia. Todo va enlazado. Todo lo que le ocurra a la tierra, le ocurrirá a los hijos de la tierra. El hombre no tejió la trama de la vida; él es sólo un hilo. Lo que hace con la trama se lo hace a sí mismo. Ni siquiera el hombre blanco, cuyo Dios pasea y habla con él de amigo a amigo, no queda exento del destino común. Después de todo, quizás seamos hermanos. Ya veremos. Sabemos una cosa que quizás el hombre blanco descubra un día: nuestro Dios es el mismo Dios. Ustedes pueden pensar ahora que El les pertenece lo mismo que desean que nuestras tierras les pertenezcan; pero no es así. El es el Dios de los hombres y su compasión se comparte por igual entre el piel roja y el hombre blanco.

Esta tierra tiene un valor inestimable para El y si se daña se provocaría la ira del Creador. También los blancos se extinguirían, quizás antes que las demás tribus. Contaminen sus lechos y una noche perecerán ahogados en sus propios residuos. Pero ustedes caminarán hacia su destrucción rodeados de gloria, inspirados por la fuerza del Dios que los trajo a esta tierra y que por algún designio especial les dio dominio sobre ella y sobre el piel roja. Ese destino es un misterio para nosotros, pues no entendemos porqué se exterminan los búfalos, se doman los caballos salvajes, se saturan los rincones secretos de los bosques con el aliento de tantos hombres y se atiborra el paisaje de las exuberantes colinas con cables parlantes.

¿Dónde está el matorral? Destruido. ¿Dónde esta el águila? Desapareció. Termina la vida y empieza la supervivencia.«

El Pirineo Aragonés

Mi padre nació en Margudgued, un pequeño pueblo del Pirineo Aragonés, perteneciente al municipio de Boltaña, en la provincia de Huesca.

Nadie puede dejar de visitar este lugar. Es más, nadie puede dejar de pasar una semana en alguno de los innumerables pueblos de esta montañosa zona. Pueblos deshabitados, valles inaccesibles, rios transparentes, altos picos, cascadas, pistas forestales, senderos, panorámicas de película, pesca, caza, setas,… En fin, infinidad de cosas que hacer y que visitar en este paraiso único.

Margudgued tiene unos 15-20 habitantes fijos, aunque en verano esta cifra aumenta hasta los 40-60. Se encuentra situado a 1 Km de Boltaña, y visitar la única calle del pueblo es entrar en un mundo aparte. A pocos metros del pueblo está el rio Ara, el cual alcanza los 3 metros de profundidad en un pequeño tramo cerca del puente. Si te gusta pescar, aqui encontrarás truchas, barbos y madrillas.

Sieste es un pueblecito situado a unos 3 Km de Margudgued, en la cumbre de una pequeña colina. Su visita se considera igualmente imprescindible, al igual que la Fuente de Sieste, a la que solo se llega por un angosto camino. Para encontrarlo, lo mejor es preguntar en Margudgued.

Punto y aparte es la visita obligada a los diversos pueblos abandonados de la zona, subiendo por la pista forestal que sale de Boltaña, y que va a dar a Morillo de Sampietro (de 6 habitantes). A nuestra izquierda dejaremos un sendero que conduce a Sampietro, abandonado hace más de 100 años. Visitar sus calles cubiertas de vegetación es visitar la historia.

San Juste
San Juste

Si os gusta el trekking, podeis coger el sendero que conduce a Sampietro y llegar hasta La Buerba, ubicado en la parte superior del Valle de Añisclo, puerta del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido. La vista es impresionante. Podeis contemplar uno de los cañones naturales más altos de España. También se puede visitar en coche, cogiendo la carretera en Ainsa , dirección Francia, y desviándonos en Labuerda a la izquierda.

Si te gusta la alta montaña debes subir al Monte Perdido, de 3.355 m. Si no te atreves con el, visita simplemente la cola de caballo del Parque, o come en alguno de los pequeños y acogedores restaurantes de la zona.

Vacas en Campodarbe
Vacas en Campodarbe

Si lo que prefieres en cambio es una de las mejores panorámicas de la región, sube hasta la cima de la Peña Montañesa. La subida no es muy dura, y se puede hacer en coche hasta acortar el camino a 90 minutos a pie. Para acceder se ha de subir por una pista que sale de Laspuña.

Bajando del Lago de Ordiceto
Bajando del Lago de Ordiceto

Pero no todo lo que se puede hacer es visitar montañas y pueblos. En verano, resulta gratificante salir a pasear por la noche, cuando el calor se ha convertido en fresco, y el cielo, totalmente despejado de contaminación y luces, nos permite ver miles de estrellas formando un fantástico mosaico.