Ermita Virgen de las Viñas en Guaso

Hemos arrancado el 2025 ascendiendo a Guaso desde Margudgued con Pol y Blanca. Todo bien, excepto a la hora de cruzar el Barranco de Sieste, porque había bastante agua y estaba todo helado. Al final nos tomó casi media hora y tuvimos que construir un puentecito con piedras para no resbalar y caer dentro.

Intentando cruzar el barranco de Sieste a -2ºC

En total, el recorrido entre bosques y cultivos hasta la Iglesia de Guaso y volver a Margudgued son unos 8 kms más o menos y se pasa por la bonita Ermita Virgen de las Viñas, a solamente 15 minutos de Guaso.

Ermita Virgen de las Viñas en Guaso (Huesca)

La ermita, románica, data del siglo XII y fue toda una sorpresa encontrármela en el antiguo camino entre Ainsa y Guaso. Para entrar, solo hay que empujar fuerte la vieja puerta de madera, asegurándonos cuando nos vayamos de que volvemos a cerrarla bien.

El interior, como es habitual en toda la comarca, es muy austero aunque no por ello pierde un àpice de la magia que envuelve cualquier construcción con casi mil años de antigüedad.

Según he leído, alrededor de la ermita se ha encontrado una pequeña necrópolis con tumbas de lajas probablemente posteriores al siglo X y que dan fe de la antigüedad de Guaso como punto estratégico en la zona fronteriza entre los reinos cristianos y musulmanes durante el cambio de milenio.

Margudgued en 2005

La verdad es que no recordaba haber hecho estas fotos ni como las hice, pero es bastante obvio que utilicé algún tipo de zoom desde Guaso, probablemente junto a la iglesia o el cementerio.

Margudgued en 2005

Lo interesante de las fotografías es que se aprecia claramente como era el pueblo antes de que se comenzasen a construir las nuevas viviendas detrás de la calle principal. Solamente existían la escuela y algunos pajares.

Margudgued en 2005

En esta última fotografía, aun con más zoom, se pueden ver en primer plano la iglesia de Margudgued, Casa Gila y Casa Sampietro (donde nació mi padre) y después los primeros apartamentos que se construyeron aun sin terminar.

Margudgued en 1989

He recuperado algunas fotografías de Margurgued de 1989, cuando aun no había ni Internet ni fotografía digital y las he escaneado.

Mi hermano y Juan Antonio en Margudgued

En esta primera foto, tenemos a mi hermano Xavi y a Juan Antonio de casa Gila en la puerta de Casa Sampietro escuchando música en un walkman, esos aparatos que iban con cintas de casette. Los veranos siempre fueron super calurosos en el pueblo.

Cruz de término de Margudgued

Pues aquí era donde terminaba y termina aun hoy en dia el pueblo. La cruz de término no ha cambiado mucho pero si el asfaltado de la calle y las construcciones que la rodean. La cabaña de la foto era una pequeña choza anexa a las cuadras de Casa Sampietro que fueron demolidas para construir los apartamentos actuales.

Calle principal de Margudgued en 1989

En la imagen de arriba tenemos la calle principal de Margudgued. No ha cambiado mucho en 35 años, la verdad, a no ser por las cuadras de la izquierda que fueron sustituidas por apartamentos.

Ángela Garcés Cambra en Margudgued

No es muy buena la fotografía pero suficiente para identificar a mi abuela, Ángela Garcés, que fue la última moradora de Casa Sampietro en Margudgued antes de que se viniera con nosotros a Barcelona cuando su salud se puso complicada. El coche del fondo es el taxi de mi padre.

Casa Sampietro y Casa Gila en Margudgued – 1989

Esta fotografía es una de mis preferidas pese al mal enfoque y el agujero que tenía el negativo. Es una buena perspectiva de Casa Gila y Casa Sampietro, junto a la nave donde mis abuelos guardaban las pacas de paja y el tractor. Mucho antes, todo ese espacio que se ve estaba cubierto por huerta pero en los últimos años era donde las ovejas salían a pasear.

En la foto también se aprecia la gran parra que teníamos en el patio de casa y la majestuosa Peña Montañesa al fondo.

La antigua huerta de Casa Sampietro desde el patio de la casa

Asi de grande era el espacio donde hoy en día se alzan los chalets y el parque para niños en Margudgued. La construcción del fondo es donde actualmente tenemos el Bar El Pajar. A la derecha tenemos el viejo «Camino de Sant Antón».

Todas las fotografías las hice yo personalmente cuando tenía 18 años en el verano de 1989.

Como llegar al Cuello de Burgasé

El Cuello de Burgasé, en el Pirineo de Huesca, es uno de esos lugares a los que tienes que ir al menos una vez en la vida: belleza, soledad y épica.

Pero no es fácil llegar. Sistemáticamente me equivoco cada vez que pretendo ir y este fin de semana tuve que dejar el coche a más de 1 km porque el camino estaba impracticable.

Prados en el Cuello de Burgasé ayer

Si quieres ir, no te fíes del GPS, utiliza un coche alto (al menos 22 cms de distancia libre al suelo) y tracción en las cuatro ruedas. Ni se te ocurra ir sin tracción en caso de lluvia.

La mejor, y casi diría la única, forma de subir es pasando por Cájol y no por Burgasé. Circulando por la N-260 desde Boltaña, en cuanto pasemos el km 457, hay que girar a la derecha en el primer desvío que encontremos. Al menos te llevará una hora alcanzar la cima.

Si sigues el GPS, te llevará por Burgasé y a partir de ahí, el camino está lleno de árboles caídos, roderas profundas y mucha vegetación. Será una misión imposible.

Piumorcat (Pueyo de Morcat)

Aprovechando que llovía bastante el fin de semana, decidimos hacer un poco de exploración por la zona y nos aventuramos con el coche en dirección al Puerto de Serrablo desde Boltaña y un poquito antes de alcanzarlo nos desvíamos a la izquierda por una carretera, si se le puede dar ese nombre, hacia Pueyo de Morcat o Piumorcat, su nombre antiguo.

Después de unos 15 minutos, llegamos a un desolado pueblo con un par o tres de casas habitadas solamente en un paraje surcado por suaves colinas ultra verdes, prados, vacas y ovejas.

Pueyo de Morcat, Huesca

En el pueblo destaca la magestuosa iglesia del siglo XVII, hoy en estado ruinoso, y las antiguas casas con la arquitectura típica del Sobrarbe aragonés.

Pueyo de Morcat, municipio de Botaña

El pueblo está ubicado a unos 1.150 metros de altitud sobre el nivel del mar y se formó como un conglomerado de casas en torno a un pequeño castillo que se mantuvo en funcionamiento hasta el siglo XV.

Día de lluvia en Boltaña

El fin de semana pasado estuvimos en Boltaña y el sábado subimos casi hasta Murillo de Sampietro aunque nos dimos la vuelta cuando la lluvia se convirtió en el diluvio universal.

Cuando llegamos de vuelta al pueblo, así lucía el Barranco de San Martín, que habitualmente lleva un hilillo de agua solamente.

De nuevo en la Peña Montañesa

Pocas montañas existen tan icónicas en los Pirineos como la Peña Montañesa.

Sí, claro, tenemos el Monte Perdido y el Aneto y la Pica d’Estats y el Pedraforca pero de verdad que ninguna puede competir con la magestuosidad de la Peña Montañesa y su solitario entorno en el que es prácticamente imposible coincidir con alguien en su ascensión desde Laspuña subiendo por la Collada.

Una vez más, en los últimos días de agosto intentamos su ascensión con Pol (6 años) y Blanca (4 años) para ver hasta donde podíamos subir. Alcanzar los casi 2.300 metros de su pico es una tarea complicada pero algún día lo conseguiremos.

Pol y Blanca ascendiendo a la Peña Montañesa

En esta ocasión llegamos hasta los 1.725 metros de altitud según mi Garmin por lo que aun nos queda un poquito para intentar alcanzar la cima de forma seria. También es cierto que comenzamos a andar muuuuy tarde pasadas ya las 11 de la mañana.

Blanca subiendo a la Peña Montañesa

Aunque Pol estaba muy fuerte y hubiésemos podido llegar hasta arriba, Blanca iba un poco más justa de fuerzas y decidimos darnos la vuelta cuando alcanzamos un paso que requería un poco más de técnica y concentración.

La ruta completa y mapas puedes consultarlos en el Garmin Connect.

Pol y Blanca descendiendo la Peña Montañesa

La clave, como siempre para subir con niños, es venirse con el calzado adecuado tanto para ellos como para ti y traerse un buen desayuno para comerlo por el monte.

El grip en las zapatillas o botas de montaña es algo esencial, especialmente en el ascenso a la Peña Montañesa ya que las pendientes son muy pronunciadas. En mi caso, aun es mucho más importante que para Pol y Blanca ya que en pasos difíciles tengo que darles la mano no solo en estático sino también mientras yo estoy andando también y es esencial que tenga puntos de apoyo super-estables.

El Embalse de Mediano y Monclús

Este lunes andaba por Ainsa (en la provincia de Huesca) y entré a preguntar en la Oficina de Turismo del pueblo como podía llegar a Monclús y a las ruinas de su castillo. La chica joven que me atendía me miró raro, miró el mapa y me indicó como llegar a Morillo de Monclús. Cuando les dije que no, que quería ir al Monclús que fue abandonado hace unos cuantos cientos de años y que tenía un castillo, en las inmediaciones del actual Embalse de Mediano, me volvió a mirar raro. La chica joven preguntó entonces a la más veterana y me dijeron que sí, que existen las ruinas de un castillo junto a Mediano pero que no sabía como llegar.

Lo que si me dijeron era como aproximarme a la torre de la iglesia del viejo Mediano que está prácticamente sumergida en el embalse cuando el agua está alta. Dado que esta semana ese no era el caso y el agua estaba realmente baja, mi objetivo era acercarme lo máximo posible e identificar en la distancia las ruinas de Monclús.

Monclús jugó un importantísimo papel en la alta edad media en el Sobrarbe actual ya que albergó la judería más grande de la comarca con una situación estratégica desde un punto de vista geográfico y financiero (para más información leer Fam i Fe). Alrededor del 40% de la población era judía frente al 60% restante que era cristiana con alguna familia musulmana.

Sin embargo, es especialmente importante por lo acontecido el 3 de julio de 1320 cuando su judería fue atacada por los «pastorcillos», un numeroso grupo de unas 5.000 personas procedentes de Francia que buscaban extender la fe cristina entre judíos y musulmanes pero sobre todo cambiar el orden de instituciones y las jerarquías sociales que estaban llevando a la miseria y al hambre a miles de habitantes.

El resultado de dicho ataque fue el asesinato de unos 100 o 120 judíos de los 150 que había en ese momento y el inicio del declive de su judería hasta su total desaparición unos años más tarde.

Tomando la A-138 desde Ainsa en dirección a Barbastro, a unos pocos metros antes de llegar al pueblo de Mediano, hay una pequeña desviación, no indicada, que hay que tomar y detenerse cuando llegamos a la barrera de la Confederación Hidrográfica del Ebro. Desde allí caminando llegaremos a las ruinas del viejo Mediano, con su torre en mitad del agua.

A la entrada del camino hay un monolito y una placa que explica la matanza de Monclús hace 700 años.

Monolito en recuerdo de la matanza de Monclús en 1320

He leído ya en varias publicaciones que es bastante habitual la visita a este lugar de turistas judíos procedentes de Israel, razón por la cual la inscripción se muestra tambièn en inglés.

Panel informativo sobre la Aljama de Monclús junto al Embalse de Mediano

Una vez en las ruinas semi-sumergidas de Mediano, es muy visible el Tozal de Monclús de 707 metros de altitud donde se ubican las ruinas del Castillo de Monclús. Un poco más abajo es donde estaba situado el pueblo aunque me fue imposible ver nada.

Ruinas de Mediano en el Embalse de Mediano

En la siguiente imagen aparece el Tozal de Monclús justo a la izquierda de la torre de la iglesia de Mediano aunque no es posible ver ninguna ruina de su castillo desde este lado del embalse.

Torre de Mediano y el Tozal de Monclús

Dejo para otro día el acceder físicamente a las ruinas del castillo desde la carretera del Valle de la Fueva e intentar descubrir algún tipo de camino hasta las ruinas del pueblo.