El Puente de Morillo sobre el río Yesa, es una magnífica construcción medieval de la que no he sabido encontrar ninguna reseña histórica y al que no se puede acceder con vehículo.
De hecho, hace unos años intenté encontrarlo pero me perdí entre los profundos bosques que lo rodean. La mejor forma de visitarlo (en teoría) es desde Buerba, donde hay aproximadamente una hora andando aunque también se puede acceder desde Sampietro en 30 minutos después de más de una hora en coche por pista forestal en mal estado.
En esta imagen por satélite desde Google Maps podemos ver su ubicación exacta.
Es una gran ocasión para comprar productos frescos, de temporada y sin intermediarios para degustar el sabor auténtico de frutas y hortalizas y quizás descubrir que cuando no han pasado por cámara frigorífica su sabor es totalmente diferente (probad a comer tomates sin meterlos en la nevera).
Uno de los descubrimientos de ayer fueron las zanahorias moradas, una variedad que solo es cultivada por dos payeses en el Parque Agrario del Baix Llobregat y que tienen un sabor especial que vale la pena probarlo.
El nombre técnico de la especie es Daucus carota ssp. sativus var. autrorubens y es originaria de Afganistán. Fue introducida en Europa en el siglo XI por mercaderes árabes y continúa siendo aun hoy en día una de las variedades «puras» de zanahorias ya que las tan extendidas zanahorias naranjas fueron desarrolladas por holandeses en el siglo XVI.
Aprovechando que Pol ya casi está aquí, ayer fuimos a dar una vuelta por Sant Pol de Mar, una pequeña población costera de El Maresme a unos 45 minutos de Barcelona.
El pueblo está dividido por la vía del tren quedando en un lado la playa y en el otro las casas. El imponente túnel que atraviesa el Turó de Sant Pau fue terminado el 1859 cuando el ferrocarril llegó al pueblo después de varias incidencias y accidentes.
Hasta ese momento, el transporte de mercancías desde Barcelona se realizaba en diligencia o en barco y era un viaje accidentado y difícil principalmente en invierno o en la época de lluvias.
Ayer estuvimos en Talamanca, un pequeño y bonito pueblo a una hora de Barcelona con los restos del imponente Castillo de Talamanca, mencionado por primera vez en 967 y destruido en 1714.
Durante la Guerra de Secesión, Talamanca fue el escenario de la última batalla ganada por el ejército austracista frente a los borbónicos el 13 y 14 de agosto de 1714.
El Conde de Montemar, en el bando borbónico y al frente de un ejército de 3000 hombres, se enfrentó a los 2000 soldados del Marqués de Poal, defensores del Archiduque Carlos de Austria, y después de 2 días de enfrentamientos el Conde y sus tropas tuvieron que retroceder hasta Sabadell.
Fue la última gran batalla ganada por los Austracistas en Cataluña que cayeron definitivamente el 18 de septiembre con la toma de Cardona.
La zona del Poblenou, en Barcelona, se ha caracterizado desde siempre por la presencia de lagunas y humedales (aiguamolls en catalán). Incluso en las cartografías más recientes de Barcelona aparece la famosa laguna que da nombre hoy en día al barrio de «El Parc i la Llacuna del Poblenou» y que existió hasta finales del siglo XVIII.
En el mapa superior, se puede ver a la derecha el Besós y en el centro la zona de la laguna.
El complejo de Can Ricart es un recinto industrial cuya construcción se inició en 1853 y que se fue ampliando hasta mediados del siglo XX. Es uno de los grandes conjuntos industriales del siglo XIX que quedan en Barcelona y su visita es altamente recomendable (esta es la dirección).
Para conocer más su historia y el proceso de rehabilitación que se ha llevado a cabo, este amplio documento explica con todo lujo de detalles los hallazgos y actuaciones realizadas.
La fecha de Navidad tienes orígenes paganos y se remonta a los tiempos del Imperio Romano cuando durante diciembre se celebraban las Saturnales entre el 17 y el 23 de ese mes; eran 7 de días de festejos e intercambio de regalos para ensalzar la figura de Saturno, dios de la agricultura y las cosechas.
Más tarde, en el 274, cuando el Cristianismo aun continuaba prohibido en el Imperio, Aureliano instituyó la fiesta del «Sol Invictus» con la intención de dotar de un Dios común a todos los territorios de Roma y asociar ese Dios a su mandato (en algunas monedas de la época se puede leer «Deo et domino nato Aureliano»).
Y en estas estábamos cuando en el 325, Constantino «legaliza» el cristianismo para evitar los problemas y luchas internas que su persecución estaba provocando desde hacía ya dos siglos. Posteriormente, el papa Julio I en el 350 decide fijar la fecha de la celebración de la Navidad el 25 de Diciembre para hacerla coincidir con las dos arraigadas fiestas en honor a Saturno y al Sol Invictus.
La fecha, obviamente, fue elegida arbitrariamente y no coincide con el nacimiento de Jesucristo porque ente otras cosas no se menciona en ninguno de sus evangelios ni hay ningún tipo de prueba que así lo indique.
El 27 de febrero del 380, se prohíben los ritos paganos y el cristianismo se convierte en la religión exclusiva del Imperio Romano.
Fue en Mas Cabanyes donde Laura y yo nos casamos ya hace casi un año y medio. La masía ubicada en mitad de campos y bosques, está en el término municipal de Argentona a escasos 30 minutos de Barcelona.
De porte majestuoso, la masía o palacete (según se designe) se construyó en el siglo XVI durante el reinado de Felipe I y perteneció a diversas generaciones de la acomodada familia Cabanyes de la que han surgido importantes militares y poetas y que posteriormente se dispersó por diferentes poblaciones de Cataluña (ver Diari de Vilanova I y II).
Se cuenta que el monarca se alojó en la masía en algún momento antes de 1556 (por eso no puede haberse construido en 1568 como aparece en el escudo heráldico de su fachada) cuando iba camino de Gante y que estuvo cazando por los bosques de la zona. En recompensa, permitió a sus propietarios añadir torreones en las esquinas del edificio.
En 1922, la masía se vendió a la familia de Salvador Barbra i Arroyo (editor y anticuario) que la convirtió en una granja avícola hasta que a finales del XX pasó a manos de un grupo de restauración que lo utiliza actualmente para la celebración de eventos.
La espectacular fuente de la entrada es la parte más antigua de la casa.
El 31 de marzo de este año llegó Turch a nuestra casa. Es una Tortuga Rusa Horsfieldi que puede alcanzar los 23 cms y vivir incluso hasta los 100 años en cautividad.
Aun no sabemos si es macho o hembra, como bien pone en su ficha técnica, por lo que sigue llevando el nombre neutro de Turch.
Lo que poca gente sabe es que fue precisamente esta especie la elegida para realizar el primer viaje orbital alrededor de luna en septiembre de 1968, mucho antes que perros, monos y por supuesto humanos, tal como explica Alexis C. Madrigal en The Atlantic.