El gramófono de mis abuelos

Desde que era pequeño sabía que había un gramófono muy antiguo en la casa de La Gornal de mis abuelos maternos. Recuerdo poniendo discos en un dispositivo que iba con una manibela y que no necesitaba de electricidad ni pilas para escuchar música y de las agujas que se tenía que ir cambiando cuidadosamente para no rallarlos.

El gramófono de mis abuelos

Cuarenta años después, me he traído a casa el gramófono, lo he limpiado, he apretado algún tornillo y ha vuelto a sonar. Además también me he traído la colección de 17 discos con anotaciones del año, con una canción por cara.

El gramófono funcionando

El gramófono es de la marca The Gramophone Company Ltd., ubicada en Hayes en el antiguo condado de Middlesex en Inglaterra. Hoy en día, Hayes pertenece al barrio de Hillingdon en Londres.

Etiqueta con la marca «His Master’s Voice» en el estuche de los discos

The Gramophone Company Ltd. era además la propietaria de una de las primeras discográficas, His Master’s Voice o La Voz de su Amo, en español. En el gramófono aparece el nombre de la discográfica en inglés pero en algunos discos que tengo está en español. Además también hay discos de otras discográficas como Odeón (1951), Columbia (1946), MGM (1949) y Decca.

Disco El Amor Brujo (De Falla), editado por La Voz de su Amo

Al abrir el gramófono, hay una etiqueta metálica con el nombre de la tienda donde posiblemente se adquirió el gramófono: «Hijo de Guillermo Puig S. en Calle Pelayo, 14 – Sucursal Ronda San Pablo 68-70 – Barcelona«. Buscando un poco en hemerotecas he encontrado algunos anuncios de la tienda alrededor de 1930.

Etiqueta del vendedor del gramófono

Investigando un poco, creo que el modelo pudo ser comprado alrededor de 1930 y lo que no me queda claro es quién lo hizo. Se me hace difícil pensar que fueran mis abuelos porque nunca nadaron en la abundancia y es probable que quizás fuera un regalo de los dueños de la casa de Pedralbes donde servían (mi madre abuela cocinaba y mi abuelo era chófer).

Barraca de la Riera dels Vidriers

Esta mañana, con Pol y Blanca, hemos salido a explorar un poco las montañas del Ordal, junto a la N-340, cerca de la población de El Pago, en el término de Subirats.

En concreto hemos llegado hasta la Riera dels Vidriers y siguiendo el ancho camino hemos ido pasando por diferentes barracas de piedra seca hasta llegar a la Barraca de la Riera dels Vidriers. Hemos dejado el coche en este punto.

Barraca de la Riera dels Vidriers

Las barracas de piedra seca son pequeñas construcciones muy extendidas a lo largo de todo el Mediterráneo y especialmente en el Garraf, Alt i Baix Penedés, Baix Camp y Tarragonés, en Catalunya. En la zona de Subirats, donde hay catalogadas 159 barracas en buen estado, son prácticamente redondas, con piedras ensambladas sin utilizar cemento o barro y con un tejado enlosado que suele estar coronado con tierra sobre el que últimamente se han sembrado lirios.

Se han utilizado desde siempre para resguardarse de la lluvia, dormir, guardar aperos de labranza e incluso para dejar animales.

Piumorcat (Pueyo de Morcat)

Aprovechando que llovía bastante el fin de semana, decidimos hacer un poco de exploración por la zona y nos aventuramos con el coche en dirección al Puerto de Serrablo desde Boltaña y un poquito antes de alcanzarlo nos desvíamos a la izquierda por una carretera, si se le puede dar ese nombre, hacia Pueyo de Morcat o Piumorcat, su nombre antiguo.

Después de unos 15 minutos, llegamos a un desolado pueblo con un par o tres de casas habitadas solamente en un paraje surcado por suaves colinas ultra verdes, prados, vacas y ovejas.

Pueyo de Morcat, Huesca

En el pueblo destaca la magestuosa iglesia del siglo XVII, hoy en estado ruinoso, y las antiguas casas con la arquitectura típica del Sobrarbe aragonés.

Pueyo de Morcat, municipio de Botaña

El pueblo está ubicado a unos 1.150 metros de altitud sobre el nivel del mar y se formó como un conglomerado de casas en torno a un pequeño castillo que se mantuvo en funcionamiento hasta el siglo XV.

El Embalse de Mediano y Monclús

Este lunes andaba por Ainsa (en la provincia de Huesca) y entré a preguntar en la Oficina de Turismo del pueblo como podía llegar a Monclús y a las ruinas de su castillo. La chica joven que me atendía me miró raro, miró el mapa y me indicó como llegar a Morillo de Monclús. Cuando les dije que no, que quería ir al Monclús que fue abandonado hace unos cuantos cientos de años y que tenía un castillo, en las inmediaciones del actual Embalse de Mediano, me volvió a mirar raro. La chica joven preguntó entonces a la más veterana y me dijeron que sí, que existen las ruinas de un castillo junto a Mediano pero que no sabía como llegar.

Lo que si me dijeron era como aproximarme a la torre de la iglesia del viejo Mediano que está prácticamente sumergida en el embalse cuando el agua está alta. Dado que esta semana ese no era el caso y el agua estaba realmente baja, mi objetivo era acercarme lo máximo posible e identificar en la distancia las ruinas de Monclús.

Monclús jugó un importantísimo papel en la alta edad media en el Sobrarbe actual ya que albergó la judería más grande de la comarca con una situación estratégica desde un punto de vista geográfico y financiero (para más información leer Fam i Fe). Alrededor del 40% de la población era judía frente al 60% restante que era cristiana con alguna familia musulmana.

Sin embargo, es especialmente importante por lo acontecido el 3 de julio de 1320 cuando su judería fue atacada por los «pastorcillos», un numeroso grupo de unas 5.000 personas procedentes de Francia que buscaban extender la fe cristina entre judíos y musulmanes pero sobre todo cambiar el orden de instituciones y las jerarquías sociales que estaban llevando a la miseria y al hambre a miles de habitantes.

El resultado de dicho ataque fue el asesinato de unos 100 o 120 judíos de los 150 que había en ese momento y el inicio del declive de su judería hasta su total desaparición unos años más tarde.

Tomando la A-138 desde Ainsa en dirección a Barbastro, a unos pocos metros antes de llegar al pueblo de Mediano, hay una pequeña desviación, no indicada, que hay que tomar y detenerse cuando llegamos a la barrera de la Confederación Hidrográfica del Ebro. Desde allí caminando llegaremos a las ruinas del viejo Mediano, con su torre en mitad del agua.

A la entrada del camino hay un monolito y una placa que explica la matanza de Monclús hace 700 años.

Monolito en recuerdo de la matanza de Monclús en 1320

He leído ya en varias publicaciones que es bastante habitual la visita a este lugar de turistas judíos procedentes de Israel, razón por la cual la inscripción se muestra tambièn en inglés.

Panel informativo sobre la Aljama de Monclús junto al Embalse de Mediano

Una vez en las ruinas semi-sumergidas de Mediano, es muy visible el Tozal de Monclús de 707 metros de altitud donde se ubican las ruinas del Castillo de Monclús. Un poco más abajo es donde estaba situado el pueblo aunque me fue imposible ver nada.

Ruinas de Mediano en el Embalse de Mediano

En la siguiente imagen aparece el Tozal de Monclús justo a la izquierda de la torre de la iglesia de Mediano aunque no es posible ver ninguna ruina de su castillo desde este lado del embalse.

Torre de Mediano y el Tozal de Monclús

Dejo para otro día el acceder físicamente a las ruinas del castillo desde la carretera del Valle de la Fueva e intentar descubrir algún tipo de camino hasta las ruinas del pueblo.

Parque Nacional de Gobustán

Mi primer post después de unos días dando vueltas por la República de Azerbaijan, en el Cáucaso, no puede ser otro que el dedicado al Parque Nacional de Gobustán (Qobustan Dövlət Tarixi-Bədii Qoruğu en azerí) a menos de 70 kms de Baku.

Fue hace alrededor de 20.000 años, durante el Paleolítico Superior, cuando los seres humanos comenzaron a dibujar y excavar en las rocas del Parque de Gobustán para representar la flora, la fauna, rituales de caza y momentos de la vida de sus pobladores con especial énfasis en las representaciones de camellos, danzas, toros, estrellas y el sol.

En total existen más de 6.000 representaciones en las rocas comprendiendo un periodo de unos 15.000 años siendo el dibujo de una pequeña embarcación una de las más antiguas en todo el mundo en la que se representa un medio de transporte marítimo, nada extraño si se tiene en cuenta que el Mar Caspio se encuentra a no más de 5 kms en la atualidad y que hace 10.000 años estaba justo a las puertas de la colina en la que se halla el Parque.

Petroglifo de una embarcación en el Parque Nacional de Gobustán en Azerbaijan

La discusión que tuvimos después de ver la «embarcación» era sobre si era realmente un barco, una raspa de sardina o un cienpies,… aunque parece ser que hay bastante consenso entre la comunidad científica en el hecho que se trata de una embaración.

Alrededor del Parque de Gobustán se encuentran también los famosos volcanes de lodo y la famosa Gabal Dash.

Si estás por Azerbaijan y decides visitar el Parque, mi recomendación es que lo hagas desde su capital, Baku, y no como nosotros que decidimos dormir en sus inmediaciones en uno de los poquísimos hoteles (por no decir el único que existe) en un poblado desolado (Sangachal) en la orilla del Mar Caspio.

Sangachal

Una recomendación adicional: olvídate de encontrar una playa o de meterte en el agua en el Mar Caspio, al menos por esa zona. La orilla y el agua están bastante sucias.

El Castillo de Krickenbeck

Esta semana he tenido la oportunidad de pasar un par de días en el Schloss Krickenbeck (o Castillo de Krickenbeck en español), un colosal palacio reacondicionado en 1904 sobre el viejo castillo de finales del siglo XIV cuando pertenecía a los Condes de Kleve.

Su remodelación final a principios del siglo XX es un buen ejemplo de arquitectura neorrenacentista alemana.

El Schloss Krickenbeck está en Alemania, en el municipio de Nettetal, a escasos 10 minutos de la frontera con Holanda y lo más destacado de la zona, sin lugar a dudas, es su frondosa naturaleza y los lagos que rodean a la mansión.

Schloss Krickenbeck en Alemania

El martes y el miércoles hemos celebrado ahí el Sage Summer Camp, el evento para partners de Sage en Alemania que ha reunido a más de 200 asistentes y donde han podido conocer las novedades en nuestros productos y los planes de innovación para 2025 con énfasis especial en Sage Copilot.

Escudo del Schloss Krickenbeck en Alemania

Uno de los momentos más especiales de mi estancia en Krickenbeck fue el martes a primera hora cuando salí a correr 7 kms entre lagos y bosques y rodeado de animalillos de todas clases.

Crónica de un fracaso en Afganistán

Pocas personas conocen Afganistán mejor que Mónica Bernabé. Ella vivió en el país durante más de una decada y ha sido capaz de plasmar en «Crónica de un fracaso – Afganistán, la retirada» la realidad que se vivió allí en los últimos 12 años hasta que todas las fuerzas occidentales abandonaron la zona y dejaron Afganistán a su suerte en manos de los talibanes.

Es también la historia de la frustación periodística y de la política mediática sin importar realmente el impacto que se tiene sobre seres humanos. ¿Son realmente más importantes 21 muertos en España que 10.000 en Afganistán? Absolutamente no, pero la cercanía acrecenta esta horrible realidad que nos aleja de los desastres de otros y donde los medios de comunicación se esfuerzan en captar la atención de los lectores mucho más que en contar lo que sucede y lo que no sucede.

Hacía mucho tiempo que no leía un libro con tanta intensidad y que ha hecho que lo terminara en tan solo tres días. Desde luego, no me equivoco si lo considero una obra maestra del periodismo crítico y a la vez una lectura imprescindible para entender la situación de Afganistán y de los intereses que mueven la geopolítica mundial en nuestros días.

Aun tengo pendiente visitar algún día el Minarete de Jam.

La puerta de San Zeno Maggiore

En 2005 y 2006 viví en Verona, junto al rio Adige, en el barrio de San Zeno.

Lo más destacable de la zona, sin lugar a dudas, era la magestuosa Basilica de San Zeno Maggiore, una obra de arquitectura iniciada en el 967 y que contribuye a convertir Verona en una de las ciudades más imprescindible de Italia.

Si algo destaca en la Basilica de San Zeno son sus dos puertas con sus 48 representaciones en bronce y que se construyo en tres etapas entre el siglo XI y el siglo XV.

En 2005, compré una reproducción de una de las representaciones, concretamente la de la crucifixión de Jesucristo, para regalársela a mis padres pero como era habitual nunca llegaron a colgarla en la pared y permaneció en un cajón en su caja original hasta hace unos meses en que la recuperé y la colgué en mi salón.

La crucifixión de Cristo – Basilica de San Zeno Maggiore

La reproducción está hecha igualmente en bronce y es prácticamente igual a la orifinal aunque de diferente tamaño. Todo una obra de arte.