El gran dilema de los ascensores

Vivo en un ático en Barcelona con dos ascensores, un poco viejos la verdad, pero que a nivel electrónico es lo más brillante y eficiente que he visto en toda mi vida.

Uno de ellos, el de la izquierda, puede bajar hasta el parking mientras que el de la derecha solo llega hasta la planta baja. Si estoy en mi piso, pulsando la botonera externa del de la derecha me envía el ascensor que está más próximo, mientras que si pulso el de la izquierda, vendrá siempre el ascensor de la izquierda porque se supone que quiero ir al parking. Brillante.

Pero ahí no termina todo, lo mejor es que tiene un sistema que desconozco, quizás con IA, que le permite predecir el uso de los ascensores durante todo el día de tal forma, que el tiempo de espera siempre sea mínimo. Es decir, que en general, cuando entro por la puerta del edificio, al menos, uno de los ascensores está siempre esperándome y muchas veces los dos.

Y ahi llegamos al mayor de los dilemas: si están los dos ascensores disponibles en la planta baja, ¿Cual debo coger?.

Tengo que reconocer que hacerlo de forma random no sería propio de mi por lo que sistemáticamente, siempre, antes de coger uno u otro pienso en el motivo principal para decidir entre el de la izquierda y el de la derecha.

Así pues, el razonamiento y la solución final al dilema es que tengo que coger el ascensor de la derecha porqué así disminuyo el tiempo de uso del de la izquierda. De esta forma disminuyo también la posibiidad de incidencias porque el de la izquierda es más crítico que el de la derecha ya que es el único medio (además de la escalera) para acceder al parking.

Pero hay una excepción y es cuando tengo que subir a casa a dejar o coger algo y de ahí bajar al parking a por el coche. En ese caso, la mejor opción es coger el ascensor de la izquierda porque asi ya lo tendré arriba esperando con una alta probabilidad cuando vuelva a salir para bajar a la planta -2.

Se acerca carnaval

A finales de mes tenemos ya el carnaval aquí y habrá que empezar a pensar en los disfraces, así que si os interesan ideas, ahí os dejo esta vieja fotografía que he encontrado por casa hoy donde estamos mi hermano y yo listos para la acción.

Mi hermano y yo disfrazados en 1984

La fotografía fue hecha en marzo de 1984 por mi madre en la terraza de casa, en la calle Josep Miret 27, de Barcelona. Lo que aparece en la parte derecha superior derecha es su dedo.

El reloj de mis abuelos

Rescaté hace unas semanas de la casa de mis abuelos en Gornal un viejo reloj de pared, en muy mal estado, con la madera entre podrida y carcomida y al que le faltaban muchas piezas, entre ellas la puerta de cristal.

Reloj Junghans de mis abuelos, tal como lo rescaté

Aprovechando los días de Navidad, me he dedicado a quitar la vieja pintura, eliminar la carcoma y pintarlo de color blanco tiza. El mecanismo, lo he desmontado, limpiado y aunque no lo he puesto en funcionamiento, creo que podría hacerlo porque solo me falta una pieza que une la parte superior y el péndulo. El resto parece que funcione bién.

Mecanismo Junghans

Investigando un poco el mecanismo, he descubierto que es de la marca Junghans, creada en 1861 y que en 1903 se la consideraba la fábrica de relojes más grande del mundo.

Comparando las diferentes formas de su logo desde su creación, la utilizada en el mecanismo se correspondería al período entre 1890 y 1900 o sea que deduzco que el reloj debe ser de los primeros años del siglo XX, anterior a 1920.

Aspecto final del reloj

En todo caso, una vez terminada la limpieza, ya descansa en una de las paredes de mi casa en Barcelona.

El Erizo de Navidad

Una de las tradiciones más arraigadas por mi madre durante las Navidades era preparar el Erizo de Navidad, un insólito plato de entrante inventado por ella que consistía en forrar de papel de aluminio un melón y clavarle muchos palillos, en la punta de los cuales se ponían tomatitos, fuet, queso y pica-picas varios.

El Erizo de Navidad en casa de Irene este año en San Esteban

Mi hermano e Irene, siguen conservando esta tradición el día de San Esteban y este año no podía ser diferente y volvieron a servir el curioso Erizo de Navidad.

En esta ocasión, incluso había torreznos pinchados en algunos palillos.

Calculadora del Precio de Hora Vital

Ya hace 11 años de la primera fórmula para calcular cuanto vale una hora de tu vida y después de todo este tiempo he vuelto a calibrarla para hacerla más exacta a la realidad.

Al final, conocer el precio de hora vital es importante para tomar decisiones del tipo «¿Tengo que invertir tiempo pintando mi casa o es mejor subcontratarlo?» o «¿Cual es el precio justo en caso de que me secuestren?».

En el cálculo del precio de una hora de tu vida intervienen diferentes factores pero básicamente la fórmula que he sintetizado se basa en la ley de la oferta y la demanda: cuanto más tiempo necesitas (para estar con tus hijos, pareja/s, hobbies,…) mayor será el precio mientras que si dispones de mucho tiempo pero nada que hacer, el precio bajará. Tu capacidad adquisitiva, como no puede ser de otra forma, es la que marca el precio inicial a partir del cual se articula lo anterior.

Si rellenas el siguiente formulario y pulsas en «calcular» obtendrás tu Precio de Hora Vital (PdHV) y el Precio Total de tu Vida (PTdtV).




Tu Precio de Hora Vital es €/hora


El Precio Total de tu Vida es

Para calcular el precio total de tu vida, solo hay que multiplicar el número de horas que esperas continuar viviendo por el Precio de Hora Vital que has obtenido y ya está. He asumido que todo el mundo aspira a vivir al menos hasta los 100 años.

Si te sale un precio negativo, hay personas que pueden ayudarte.

Pepinos «wonky»

Cayo el otro día en mis manos, en nuestra oficina de Londres, una lata de refresco con burbujas y pepinos «wonky». Al preguntar que quería decir lo de wonky me dijeron que significaba feo, con defectos.

Efectivamente, durante muchos años nos hemos esforzado por cultivar frutas bonitas y de buen aspecto y ahora de repente, comienzan a aparecer marcas que no solamente reivindican que se utilicen vegetales y frutas defectuosos sino que encima el precio es más elevado como en el caso de Veritas, justificándose que al no llevar pesticidas los pájaros los picotean (poniendo una malla se arreglaría el problema, como hacen muchos).

Me ha encantado el emblema «Wonky» en la parte posterior de la lata: «Luchando contra el desperdicio de comida aceptando imperfecciones. Juzgamos el sabor, no el aspecto.«

No hay nada como ser un hacha del marketing para hacernos consumir cualquier cosa.

El gramófono de mis abuelos

Desde que era pequeño sabía que había un gramófono muy antiguo en la casa de La Gornal de mis abuelos maternos. Recuerdo poniendo discos en un dispositivo que iba con una manibela y que no necesitaba de electricidad ni pilas para escuchar música y de las agujas que se tenía que ir cambiando cuidadosamente para no rallarlos.

El gramófono de mis abuelos

Cuarenta años después, me he traído a casa el gramófono, lo he limpiado, he apretado algún tornillo y ha vuelto a sonar. Además también me he traído la colección de 17 discos con anotaciones del año, con una canción por cara.

El gramófono funcionando

El gramófono es de la marca The Gramophone Company Ltd., ubicada en Hayes en el antiguo condado de Middlesex en Inglaterra. Hoy en día, Hayes pertenece al barrio de Hillingdon en Londres.

Etiqueta con la marca «His Master’s Voice» en el estuche de los discos

The Gramophone Company Ltd. era además la propietaria de una de las primeras discográficas, His Master’s Voice o La Voz de su Amo, en español. En el gramófono aparece el nombre de la discográfica en inglés pero en algunos discos que tengo está en español. Además también hay discos de otras discográficas como Odeón (1951), Columbia (1946), MGM (1949) y Decca.

Disco El Amor Brujo (De Falla), editado por La Voz de su Amo

Al abrir el gramófono, hay una etiqueta metálica con el nombre de la tienda donde posiblemente se adquirió el gramófono: «Hijo de Guillermo Puig S. en Calle Pelayo, 14 – Sucursal Ronda San Pablo 68-70 – Barcelona«. Buscando un poco en hemerotecas he encontrado algunos anuncios de la tienda alrededor de 1930.

Etiqueta del vendedor del gramófono

Investigando un poco, creo que el modelo pudo ser comprado alrededor de 1930 y lo que no me queda claro es quién lo hizo. Se me hace difícil pensar que fueran mis abuelos porque nunca nadaron en la abundancia y es probable que quizás fuera un regalo de los dueños de la casa de Pedralbes donde servían (mi madre abuela cocinaba y mi abuelo era chófer).

El mejor bolígrafo de hotel

En mayo de 2015 activé la función de Cronología de Google Maps. En los últimos 9 años, siempre según Google, he estado en 31 países y 487 ciudades. He ido a 989 restaurantes, 60 aeropuertos diferentes y 267 hoteles.

Y ahí es donde quería yo ir. Totalmente heredado de mis padres y de su política de «si es gratis, me lo quedo, lo necesite o no», las amenities (no se como se dice en español) del baño, las cápsulas del café, el te y los chocolates solubles son incluso hoy en día una tentación cada vez que dejo un hotel. Lo único que me suelo llevar son las pastillas de jabón, si son aceptáblemente bonitas, porque en casa sigo utilizándolas frente a los jabones líquidos.

Lo que sí centra mi atención son los blocs de notas, libretas y bolígrafos. Mis hijos andan siempre escribiendo y dibujando y tener a mano trozos de papel es muy útil. Mi debilidad por los boligrafos es algo especial.

La verdad es que solo utilizo bolígrafos para la lista de la compra que tengo pegada en la puerta de la nevera. En el trabajo, soy un muy feliz usuario de Remarkable desde hace ya 3 años y de Google Keep para mis cosas personales.

Pese a todo, suelo llevarme los bolígrafos de los hoteles si son cómodos y escriben bien, muchos de los cuales terminan en las manos de Pol y Blanca.

Después de toda esta larga introducción y contextualización, ha llegado el momento de saber cual es el mejor bolígrafo de hotel. El agraciado de entre los 267 hoteles en los últimos 9 años es el London Bridge Hotel, junto a nuestra oficina del Shard en Londres.

El bolígrafo del London Bridge Hotel en Londres

La razón de tan importante distinción es la suavidad con la que escribe. No recuerdo haber usado nunca un bolígrafo que sea tan cómodo y que prácticamente escriba solo. Ni siquiera comprándolo, he sido capaz de encontrar una punta tan suave que hace que la tinta se deslice como por arte de magia sobre el papel.

La punta del bolígrafo

Además, el trazo es contínuo y uniforme, algo que siempre es muy agradable tanto cuando escribes como cuando lees. En la foto superior he hecho un poco de zoom para ver el detalle de su punta.

Si teneis la oportunidad de pasar por ese hotel en Londres, pedid un boli. No os arrepentireis.