Can Ricart y sus aiguamolls

La zona del Poblenou, en Barcelona, se ha caracterizado desde siempre por la presencia de lagunas y humedales (aiguamolls en catalán). Incluso en las cartografías más recientes de Barcelona aparece la famosa laguna que da nombre hoy en día al barrio de «El Parc i la Llacuna del Poblenou» y que existió hasta finales del siglo XVIII.

Área del Poblenou en 1697
Área del Poblenou en 1697

En el mapa superior, se puede ver a la derecha el Besós y en el centro la zona de la laguna.

Sin embargo, incluso antes de los romanos, ya existían humedales en la zona y gracias a las excavaciones arqueológicas que se están realizando en Can Ricart desde hace años, se sabe que justo ahí existió uno de ellos formando parte del ecosistema húmedo que formaba el extenso delta del Besós.

El complejo de Can Ricart es un recinto industrial cuya construcción se inició en 1853 y que se fue ampliando hasta mediados del siglo XX. Es uno de los grandes conjuntos industriales del siglo XIX que quedan en Barcelona y su visita es altamente recomendable (esta es la dirección).

Can Ricart
Can Ricart

Para conocer más su historia y el proceso de rehabilitación que se ha llevado a cabo, este amplio documento explica con todo lujo de detalles los hallazgos y actuaciones realizadas.

Poblado Íbero de Santa Coloma

En Santa Coloma de Gramanet existe el poblado Íbero mejor conservado de todos los alrededores de Barcelona. A 303 metros de altura, en Puig Castellar, se hallan las ruinas de un antiguo asentamiento construido por la tribu de los Layetanos y habitado cerca de 300 años hasta el siglo III a.C.

Durante las excavaciones llevadas a cabo entre 1954 y 1958 se descubrieron algunos objetos importantes entre los que destaca un morillo de hierro que se conserva en el Museo d’Arqueología de Catalunya.

Cráneo enclavado (MAC)
Cráneo enclavado (MAC)

En las mismas excavaciones también se descubrió un cráneo clavado con semejanzas con los cráneos que encontró mi abuelo en 1920 en su pueblo si bien podrían tener significados diferentes ya que algunas Tribus Íberas con influencias célticas guardaban así las cabezas de los enemigos vencidos.

La mejor forma de llegar a Puig Castellar es ir en coche hasta Singuerlín parte alta y aparcar ahí. Justo en ese punto arranca un camino de tierra bastante ancho que en 20 minutos a buen ritmo nos lleva a la cima del poblado íbero que se encuentra en buen estado y señalizado.

Barcelona, barrio a barrio (I) – Nou Barris

¿Como puede ser que los barceloneses no conozcan su propia ciudad? No pasa nada. Aquí está la primera guía rápida para profundizar en algunos barrios de Barcelona en unas pocas semanas. Comenzaré con Nou Barris.

Es una de las partes más desconocidas de la ciudad y podríamos estarnos en él descubriendo rincones durante días. Combina arquitectura, parques y una buena oferta gastronómica:

  • Parc Central de Nou Barris. Probablemente lo mejor del barrio con sus lagunas artificiales, cascadas, árboles, masías centenarias, la Iglesia del Hospital Mental de la Santa Creu, el Ayuntamiento del barrio y los vestigios del acueducto de Dos Rius del siglo XIX.
  • Castillo de Torré Baró. Majestuoso y visible desde buena parte de la ciudad, esta construcción de 1905 es una buena forma de iniciar la visita a la barriada del mismo nombre.
  • Torré Baró. Con su multitud de casas desordenadas y encaramadas por toda la montaña, esta peculiar barriada tiene un atractivo especial con un aire de pueblo antiguo y desde el que se puede acceder a Ciudad Meridiana. En su punto más alto se encuentra el inicio de la Carretera de les Aigües.
  • Parc Turó de la Peira. Es otro de los grandes parques de Barcelona con unas vistas excelentes y de muy fácil acceso.
  • La Esquinica. Uno de los restaurantes clásicos del circuito de barrios de la ciudad con una gran variedad de tapas. Hace unos 30 años estaba ubicado en el Turó de la Peira pero a raíz de los problemas de aluminosis que afectaron a la zona en 1990 cuando el 11 de noviembre de ese año se hundió un edificio de la calle del Cadí tuvo que trasladarse a Fabra i Puig.

Combinando el coche y caminando, ver todos estos puntos nos puede llevar todo un día entero si nos damos prisa.