Después de analizar porqué algunos días termino la jornada cansado y otros no, he llegado a la conclusión de que existen unos pocos factores claves que intervienen de forma fundamental en el grado de cansancio después de un día de trabajo en la oficina.
Asumo, por supuesto, que te encuentras en una buena forma física, y que no te ves afectado por tareas físicas normales tales como subir o bajar escaleras o andar.
Los factores, por orden de importancia, son:
- Hidratación. Una mala hidratación del cuerpo incrementa la sensación de agotamiento. Una persona que no bebe agua o que lo hace de forma insuficiente se cansa más que otras.
- Ruido de fondo.El ruido de fondo produce fatiga. El ruido no tiene porqué tener un volumen elevado, basta con que sea muy entrópico. Por eso, uno se cansa yendo a trabajar en transporte público o volando en avión.
- Hablar. Cuanto más hablas, más te cansas. Hablar cansa y no hay nada mejor que estar callado durante todo el día para llegar a casa en plenitud de fuerzas.
- Concentración. La concentración permanente también agota. Ésta puede deberse a que no hemos levantado la cabeza del ordenador en todo el día, a una reunión tensa, hablar y escuchar en un idioma que no es el nuestro o símplemente tener que encontrarnos con una persona que nos «intimida».
- Calzado y Ropa. El cuerpo necesita respirar y si no lo hace, aparece el cansancio. Uno de los puntos de respiración más importantes son los pies. Trabajar en zapatillas (de estar por casa) y sin corbata puede ser una buena fórmula.
Es decir, que si las empresas se esforzasen un poco en el control de estos factores, los trabajadores serían más productivos. Algunas ideas en el siguiente post.