El primer tomate de la cosecha

Hace unas semanas Pol y Blanca se comieron un tomate para cenar y decidimos quitarle unas semillas porque estaba muy bueno. Luego las pusimos en una hoja de papel de cocina y esperamos un día a que se secasen.

Después las sembramos en un vaso de plástico de yogur y cuando nacieron las tomateras y tenían un par de centímetros o tres, las transplantamos a su ubicación final, una jardinera elevada de plástico con tierra en abundancia.

Después de regarlas obstinadamente y de añadirles de vez en cuando posos de café, hoy nos hemos comido el primer tomate.

Ya se que no era muy grande ni estéticamente perfecto como los que podéis encontrar en Casa Ametller pero os aseguro que este sí es auténticamente orgánico y que nunca estuvo en una nevera antes.

Solamente al cortarlo ya se puede ver que es muy diferente a los tomates «huecos» que venden por ahí.

Como he comentado muchas veces, el sabor de un tomate que nunca ha estado en cámara frigorífica es muy diferente a los tomates que normalmente venden en todos lados, por no hablar de los matices en su sabor y aroma.

Si no lo has hecho aun, un día tienes que probar la experiencia de comerte un tomate directamente cogido de una rama en una tomatera.

¿Debería ser el Subaru Crosstrek mi próximo coche?

Llevo más de un año pensando en cual debería ser mi próximo coche para poder meterme por pistas forestales de alta montaña, ir a por setas, atravesar un desierto o símplemente cruzar Europa y creo que el Subaru Crosstrek 2.0i Field podría ser el elegido por las siguientes razones:

    • Fiabilidad: Es uno de los coches más fiables del mercado, con menos reparaciones y al que se le pueden sacar más kms. Esto es importante para estar seguro que no te va a dejar tirado cuando atraviesas Europa y que no pierde demasiado valor cuando decidas venderlo.
    • Todo terreno: Dispone de tracción en las cuatro ruedas con diferentes modos de conducción (nieve, barro,…) y una altura libre al suelo de 22cms, la más alta de su segmento. El ángulo de ataque no es muy bueno (18º frente a los 23º del XC60 o los 31º del Duster), pero podría vivir con ello.
    • Motor boxer híbrido: Equipa un motor boxer plano que proporciona mayor estabilidad mientras que su motor eléctrico le permite obtener la etiqueta ECO. No es muy potente (ni muy eficiente), la verdad, ya que tiene solo 136cv pero para qué más.
    • Seguridad: Es también uno de los vehículos más seguros del mercado tanto en seguridad activa como pasiva. No he encontrado ni una sola funcionalidad que le falte y que tenga mi actual Volvo XC60.
    • Tamaño del maletero: Es la única razón que me podría hacer dudar porque tampoco lleva rueda de repuesto ni hay espacio para ponerla. Sin embargo, ¿cuantas veces voy a necesitar más espacio?. Si es necesario siempre puedo comprarme un baul de techo, un porta bicicletas y una rueda «galleta» para cargarla en la baca cuando decida meterme por el monte que será una de cada 25 veces que utilice el coche.

Los otros candidatos que han quedado como finalistas han sido el Volvo XC60, Subaru Forrester, Dacia Duster, Jeep Compass Trailhawk, Mitsubishi Eclipse y Toyota Yaris Cross Adventure. Oviamente los Landcruiser, Jeep Wrangler. Grenadier y semejantes o son demasiado grandes (no me cabrían en el parking) o demasiado caros.

El único que podría haber considerado por sus buenas dimensiones, precio y capacidades off-road es el nuevo Dacia Duster 4×4  pero no tengo muy claro su durabilidad y fiabilidad aunque tengo que decir que tiene un montón de características excepcionales.

El Mausoleo de Diri Baba

Para terminar ya con la serie de posts sobre Azerbaijan, no podía dejar de lado la visita al Mausoleo de Diri Baba, una parada imprescindible mientras conduces entre Baku y Sheki.

El mausoleo data del año 1402 y está compuesto de un pequeño edificio de dos plantas junto a un acantilado rodeado de cuevas con escorpiones y serpientes. Si encima hace un día muy caluroso, ya tienes todos los ingredientes para firmar una jornada de épica.

Probablemente, la sobriedad del edificio, la extrema soledad del lugar y los acantilados no ayudan a explicar el atractivo que ejerce el lugar y sobretodo la sensación de maravilla una vez estás dentro del mausoleo y subes a la segunda planta donde se encuentra la cueva donde estaba la tumba del santo Diri Baba.

Cementerio Musulmán con el Mausoleo de Diri Baba al fondo

Una descripción en árabe de un visitante que he podido traducir describe a la perfección el lugar:

En un páramo de una desconsolada tristeza y destierro perenne se erige y combate los elementos de la naturaleza un mausoleo primitivo y camuflado en un entorno desértico. El Mausoleo de Diri Baba es el templo de este anacoreta que aquí busco refugio y recogimiento místico. Nada en derredor salvo la traca sinfónica del silencio aislado. Una escalinata magestuosa conduce al angosto interior, un “sepulcro” para orar en total austeridad en un desierto tan feroz como pintoresco.

Junto al aparcamiento de coches, hay un espectacular cementerio musulmán con tumbas antiguas que también hay que visitar.

Sumak

Fue la semana pasada en Shaki que descubrí el sumak en un restaurante donde nos sirvieron un piti increíble y nos recomendaron ponerlo en la carne y el caldo para añadirle aun más sabor.

El sumak (o zumaque en español) es una especia muy habitual en Oriente Medio que se obtiene al triturar el fruto de la rhus coriaria para darle un toque ácido y agridulce a la comida.

Sumak

Antes de irme de Azerbaiján, compré un par de bolsitas de sumak y durante esta semana lo he estado probando con pastas y ensaladas y realmente quedan muy buenas.

En España también se puede encontrar en algunas tiendas de especias o de productos árabes así que si estás ávido de nuevos sabores, este fin de semana puedes experimentar con el sumak.

Sobre el Mindfulness

Es necesario e importante. Nuestro ajetreado, estresante y demandante día a día no nos deja otra alternativa que invertir cierto tiempo en técnicas de mindfulness para volver a conectar con nosotros mismos. Básicamente para «descansar» nuestra mente y poder concentrarnos, sin distracciones, en nosotros mismos.

Nuestro entorno, Whatsapp, Instagram y la necesidad de ser super-guays 24/7 no nos llevará a ningún buen puerto. Solamanete va a crearnos stress innecesario y después vamos a tener que solucionarlo con mindfulness, yoga, meditación e historias de estas.

Aunque hay mejores técnicas. El Mindfulness no deja de ser un invento post-moderno para los urbanitas estresados que no son capaces de dejar de mirar el teléfono ni un solo minuto o de encontrar un mìnimo de paz interior consigo mismos sin ayuda externa.

Si realmente quieres ser más feliz, ólvidate del mindfulness e invierte tiempo en alguna de estas actividades: ir a pescar en solitario a un rio, levantarte temprano antes de que amanezca e ir a por caracoles, andar por la montaña en busca de setas durante 6 u 8 horas o símplemente, sal a andar rodeado de naturaleza y sin ir acompañado.

El único requisito es que no te lleves el teléfono y que no vayas con gente. Pruébalo. De verdad que estar junto a un rio, con tu caña, intentando capturar peces durante unas cuantas horas es 100 veces más efectivo que 60 horas de mindfulness o de yoga. Créeme.

Si tienes problemas con matar animales, siempre puedes devolverlos al agua como suelo hacer yo la mayoria de las veces (a no ser que se me aparezca una buena trucha que al final acabo comiéndomela para fortalecer el ciclo de la vida).

Si definitivamente eres animalista, prueba con las setas. Desde finales de septiembre y hasta el fin de noviembre, en los Pirineos (y en muchos otros sitios) vas a poder disfrutar de una experiencia única. Más barata y más efectiva que cualquier otra técnica que puedas encontrar en la ciudad.

Parque Nacional de Gobustán

Mi primer post después de unos días dando vueltas por la República de Azerbaijan, en el Cáucaso, no puede ser otro que el dedicado al Parque Nacional de Gobustán (Qobustan Dövlət Tarixi-Bədii Qoruğu en azerí) a menos de 70 kms de Baku.

Fue hace alrededor de 20.000 años, durante el Paleolítico Superior, cuando los seres humanos comenzaron a dibujar y excavar en las rocas del Parque de Gobustán para representar la flora, la fauna, rituales de caza y momentos de la vida de sus pobladores con especial énfasis en las representaciones de camellos, danzas, toros, estrellas y el sol.

En total existen más de 6.000 representaciones en las rocas comprendiendo un periodo de unos 15.000 años siendo el dibujo de una pequeña embarcación una de las más antiguas en todo el mundo en la que se representa un medio de transporte marítimo, nada extraño si se tiene en cuenta que el Mar Caspio se encuentra a no más de 5 kms en la atualidad y que hace 10.000 años estaba justo a las puertas de la colina en la que se halla el Parque.

Petroglifo de una embarcación en el Parque Nacional de Gobustán en Azerbaijan

La discusión que tuvimos después de ver la «embarcación» era sobre si era realmente un barco, una raspa de sardina o un cienpies,… aunque parece ser que hay bastante consenso entre la comunidad científica en el hecho que se trata de una embaración.

Alrededor del Parque de Gobustán se encuentran también los famosos volcanes de lodo y la famosa Gabal Dash.

Si estás por Azerbaijan y decides visitar el Parque, mi recomendación es que lo hagas desde su capital, Baku, y no como nosotros que decidimos dormir en sus inmediaciones en uno de los poquísimos hoteles (por no decir el único que existe) en un poblado desolado (Sangachal) en la orilla del Mar Caspio.

Sangachal

Una recomendación adicional: olvídate de encontrar una playa o de meterte en el agua en el Mar Caspio, al menos por esa zona. La orilla y el agua están bastante sucias.

La circularidad de la inteligencia

Si algo está sobradamente comprobado es que la inteligencia no te proporciona felicidad. De hecho, las personas con un coeficiente intelectual (IQ) más elevado tienden también a ser los más infelices, arrastrados a la depresión e imcomprensión.

Para explicarlo siempre recurro al concepto de la «circularidad de la inteligencia». Cuando tu IQ es bajo, no sueles tener grandes preocupaciones en la vida, principalmente comer y pasártelo bien, pero a medida que tu IQ aumenta también sientes la necesidad de hacer o alcanzar otras metas tales como formar una buena y próspera familia, tener un buen trabajo, ser reconocido, etc…. y claro, nada de eso es fácil de alcanzar y ahí empiezan los problemas y la frustación.

Pero ahí no termina todo, es cuando realmente tu IQ es muy alto cuando tus preocupaciones aumentan porque necesitas llegar a entender el funcionamiento de demasiadas cosas, controlar los tiempos y alcanzar la perfección. Las expectativas de la gente excesivamente inteligente y brillante siempre suelen ser inferiores a lo que son capaces de alcanzar. Hay muchos ejemplos de mentes brillantes totalmente infelices: Albert Einstein, Steve Jobs, Van Gogh, Edgar Allan Poe, Beethoven o Newton, muchos de los cuales sufrieron depresión grave, pensaron en suicidarse, eran bipolares o manifestaron públicamente su infelicidad.

En los casos más severos de coeficientes intelectuales muy elevados, la necesidad de entender el universo y su funcionamiento se vuelve símplemente una quimera imposible arrastrando a sus protagonistas a la locura total. Probablemente los ejemplos más extremos los encontramos en Cantor, Boltzmann, Gödel y Turing.

Llegado a ese extremo de locura total, un IQ muy alto se convierte a nivel sintomático en un IQ muy bajo, tomando decisiones que carecen de ningún tipo de sentido y aceptando hipótesis y teorías totalmente descabelladas propias de personas con bajo coeficiente intelectual. A esa transición brusca de IQs podríamos llamarla «Transición Cero» y se sitúa entre los IQs más elevados y los más bajos.

Es interesante el caso de Kurt Gödel, uno de los lógicos matemáticos más importante de todos los tiempos, que vivió los últimos años de su vida obsesionado con la idea de que iba a ser envenenado por lo que solo comía comida cocinada por su mujer. El 14 de enero de 1978 falleció, según el certificado de defunción, por «desnutrición e inanición causadas por perturbaciones en la personalidad» al haber sido su mujer hospitalizada por un período de 6 meses.

Lo mejor, sin duda alguna, es no ser muy inteligente, como yo, entre IQ bajo e IQ medio, porque eso te dará durante toda tu vida mucha felicidad.

Casa Torres de Margudgued

Una de las casas más emplemáticas de Margudgued era Casa Torres, la última vivienda del pueblo (o la primera según se llegaba por el camino desde Ainsa).

Recuerdo muy bien, desde que era pequeño, a sus dos ultimos moradores: Pilar de Torres y su hijo Gerardo.

Casa Torres de Margudgued

Pilar era madre soltera y pocos conocían al padre de su hijo, Gerardo, por lo que durante toda su vida arrastró un sentimiento de culpa y de sentirse señalada por haber sido madre fuera del matrimonio en un pueblo de apenas 40 o 50 habitantes. Mi abuela incluso me había llegado a decir que el hecho de que Gerardo fuera ciego era consecuencia de la «vida alegre» de Pilar y que Dios por eso había castigado a su hijo nacido del pecado.

A pesar de todo, Pilar y Gerardo conformaban una familia peculiar: Gerardo era muy simpático y siempre estaba dispuesto a ayudar en todo. Recuerdo los corros de vecinos en verano, después de cenar, en la calle en los que siempre estaban Pilar y su hijo explicando cuentos e historias.

En Margudgued, cuando llovía lo hacía con intensidad, como es normal en el Pirineo, y en más de una ocasión el rio se desbordaba y el agua entraba en las casas. Recuerdo que en esas ocasiones cuando la calle principal se llenaba de agua, Gerardo (ciego!!!) salía con una bara de hierro, encontraba la arqueta de la alcantarilla en mitad del agua y con una pericia especial, la abría para que el desagüe pudiera tragar toda el agua de la calle.

Los problemas de inundaciones terminaron cuando hace 30 años o así se decidió canalizar el rio y construir un pequeño paseo a su lado.

En otras ocasiones, Gerardo actuaba de manporrero de cerdos, nuevamente con una habilidad especial para los animales.

Pilar de Torres en Margudgued en 1983

En esta foto de 1983 tenemos a Pilar de Torres en medio de mi hermano y yo (el pelirrojo con gafas). Detrás mío tengo a mi abuela, Ángela Garcés Cambra y a su lado a mi madre, a mi padre y también está Mariàngels, una amiga de mis padres que había subido con su marido, Mario, a buscar setas con nosotros. La foto está tomada frente a Casa Sampietro donde nació mi padre.

Pero un buen día todo cambió. Pilar de Torres se estaba haciendo mayor y hace unos 30 años Gerardo decidió terminar con su vida tirándose al río después de preguntar a un vecino si el río llevaba mucha agua por culpa de las lluvias. Encontraron su cuerpo ahogado a medio camino entre Margudgued y Ainsa.

Pocos años más tarde, en 2001, también falleció Pilar y con ella terminó la saga de Casa Torres.