Un hermano de casa Zazurca se casó con una de las chicas de Casa Gil de Sieste. Tras el enlace, los Zazurca les regalaron a la nueva pareja un terreno entre Casa Zazurca y la iglesia, donde construyeron la primera Casa «Gila». El pueblo bautizó con dicho nombre a la nueva casa por el hecho de que fuera una chica de Casa Gil la que venía a habitar la casa: «Gil – a».