Por fin el Ayuntamiento de Barcelona ha ideado un sistema que es bastante eficiente y rápido para poder pagar sus impuestos. El único problema es que dan demasiadas opciones y es complicado saber cual es la mejor. Por ejemplo, si te decides por ir a la web e introducir manualmente el concepto, la referencia, etc… se te puede hacer Navidad y aun no habrás terminado.
Para mi, la mejor forma es la siguiente:
1) Recibes la comunicación del ayuntamiento por SMS o email.
2) Desde el ordenador, accedes a la comunicación con la contraseña temporal que habrás recibido después de entrar tu DNI y tu teléfono.
3) Al abrir la comunicación te dice lo qué tienes que pagar, cómo, etc… y te da diferentes opciones.
4) Ahora viene la decisión importante: con el teléfono, enfocas el código QR y automáticamente saltas a la página de pago sin tener que introducir ningún dato.
5) A la pregunta de como quieres pagar, respondes que por Bizum y pim, pam, pum, se te abre la ventana de bizum, le das a aprobar y hecho.
En total no he tardado ni 3 minutos en pagar el Impuesto sobre Vehículos de Tracción Mecánica (el antiguo impuesto de circulación).
Entre 1994 y 1995 estuve 9 meses sirviendo en el Ejército de Tierra de España como conductor off-road del Capitán y como responsable de preparar el Belén del acuertalamiento (no es broma!).
Pero también hice muchas otras cosas, y entre ellas, dos de las cuales estoy muy orgulloso fueron prepararme para el que aun es hoy en día mi record personal de maratón (3h 21′) y certificarme como Técnico Deportivo de Base por la Escola Catalana de l’Esport de la Generalitat de Catalunya.
En total fueron 100 horas de clase más 4 exámenes junto con un trabajo de fin de curso en que hice un análisis super exhaustivo de todas las personas fallecidas en los últimos 10 años en la Maratón de Nueva York. En 1997, publiqué un pequeño post sobre lo ocurrido en 1994.
Hoy he encontrado por casa el certificado del curso y he decidido escanearlo ya que mucha gente no se creía la base científica del ultra-famoso Método Sampietro para Correr Maratón.
Para los que se pierden con el catalán aquí enumero las asignaturas que seguí: «Fundamentos de Biología», «Fundamentos de Psicopedagogía», «Fundamentos de Actividad Fisica y Deportiva» y «Fundamentos de Higiene y Primeros Auxilios»… que ya se sabe que el lavarse bien es clave.
El actual puente que une Boltaña con Margudgued sobre el rio Ara es una cosa moderna de 1974. De hecho, aun me acuerdo cuando lo construyeron siendo yo bien pequeño.
Puente moderno sobre el rio Ara a la altura de Margudgued en 1974
Antes, la única forma de cruzar el rio era a través del viejo puente colgante a la altura del actual «Hotel Monasterio de Boltaña», un nombre moderno para el viejo sanatorio en que había convertido Isaac Noguera en 1910 el «Convento del Carmen» erigido a mediados del XVII por la Orden de los Carmelitas Descalzos.
Mi madre sobre el puente colgante en el rio Ara en 1967
En los 70, cuando veníamos a ver a mis abuelos a Margudgued, el viaje duraba muchas horas, entre 5 y 6, principalmente porque no había ni autopista hasta Lleida, ni Autovía hasta Barbastro, ni la carretera que une hoy en día El Grado y Ainsa. En vez de eso, el viaje era exclusivamente por carreteras atravesando todas las poblaciones y después de pasar Barbastro, por el centro de la ciudad, se tenía que escoger entre llegar a Ainsa por el Alto del Pino (de 857 m) atravesando Naval o hacerlo por Graus cruzando el Puerto de la Foradada (de 1020 m). En ambos casos, te tenías que comer mil curvas ya que no había ninguno de los túneles modernos actuales.
Mi madre y un vecino en el puente colgante sobre el rio Ara en 1967 con el Sanatorio al fondo
Lo más complicado del viaje, sin embargo, llegaba en Boltaña. Teníamos que dejar el coche en el otro lado del rio a la altura del Sanatorio y allí, nuestro abuelo nos venía a buscar a una hora estipulada con una burra y cruzábamos el puente colgante con todas las maletas y después caminábamos unos 20 minutos hasta la casa de mis abuelos.
Mi hermano, mi padre y yo en el puente colgante de Margudgued en 1974
No hace falta decir que el asfalto tampoco existía y que tanto la carretera hasta Margudgued como las calles del pueblo eran puro polvo y piedras.
Mi hermano y yo durante la construcción del puente moderno de Margudgued en 1974.
La buena noticia es que parece ser que pronto van a renovar el puente colgante y será posible cruzarlo de nuevo. En el marco de la nueva «Vía verde por el rio Ara» que enlazará Margudgued y Fiscal a través de Jánovas en 2027, se ha planificado la rehabilitación del puente aunque creo que no hará falta esperar a ese año porque las obras ya han comenzado con el mantenimiento de la Plaza Mayor de Margudgued.
Estos días está Margudgued un poco patas arriba. En la plaza están sustituyendo el asfaltado de cemento por un suelo de adoquines modernos que seguro quedará muy bien. Ya lejos quedan las calles sin asfaltar y con tierra de cuando era pequeño que aunque más bucólicas, acababas siempre sucio, especialmente cuando llovía.
La Plaza Mayor de Margudgued en obras
Por otro lado, están construyendo una depuradora para todas las aguas de Boltaña y Margudgued, la famosa EDAR o Estación Depuradora de Aguas Residuales y el camino junto al rio hacia Ainsa está cortado al menos hasta el 25 de abril.
La obra no es sencilla porque hay que poner una canalización para las aguas residuales desde Boltaña hasta la EDAR y requiere bastante espacio. La estación estará ubicada justo en este punto, a unos 700 metros de la cruz de término.
El lunes de esta semana intentamos con Pol y Blanca la ascensión al Lago de Urdiceto, en los Pirineos Aragoneses, casi en la frontera con Francia. Está ubicado a 2.400 metros de altitud y se puede llegar en coche a través de una pista de 11 kms que se toma a la derecha después de pasar Parzán (provincia de Huesca). Eso sí, necesitas tracción total y no tener miedo a las alturas. Desde Margudgued te llevará alrededor de una hora y media.
En el camino de subida al Lago de Urdiceto en Huesca
Al final, nos tuvimos que dar la vuelta cuando nos quedaban apenas 500 metros porque estaba empezando a nevar bastante fuerte y no quisimos arriesgar. En la bajada, en uno de los paseos que dimos, nos encontramos un caracol amarillo, a 2.000 metros de altitud, entre la nieve y las pocas plantas que hay en la zona. Pol y Blanca se encapricharon de él, le pusieron un nombre neutro, «Cargolete», en honor a su hermafroditismo, y nos lo trajimos de vuelta a Barcelona y lo alimentamos todos los días. La verdad es que se le ve contento en su nuevo habitat.
«Cargolete» bajo las atentas miradas de Pol y Blanca
Después de estudiar un poco más a fondo el caracol, resulta que es un Caracol Moro o «Cepaea Nemoralis» bastante extendido en la mitad norte peninsular y que puede tener distintas coloraciones todo y que el amarillo es el más extendido en alta montaña.
En 2008 publiqué el mundialmente conocido «Claves para Correr una Maratón: El Método Sampietro» y ha llegado el momento de actualizarlo con lo aprendido en estos últimos 17 años y después de llevar ya 45 maratones.
El planteamiento de fondo continúa siendo el mismo: los métodos tradicionales para preparar un maratón son muy exigentes, generan muchas lesiones y no te permiten mantenerte en forma durante muchos años porque te cansas de ellos.
Así pues, antes de comenzar con fases de entrenamiento, conviene repasar algunos conceptos básicos:
Inversión en salud. Te vas a tener que gastar algo de dinero en tu reloj, zapatillas y en inscripciones a carreras pero créeme, no hay mejor inversión que en tu salud. De verdad, cómprate un coche o teléfono o pantalones más baratos pero no escatimes en tu salud.
Reloj con GPS. Ya sabes que el trabajo en vano conduce a la melancolía y que por tanto salir a entrenar sin retarte a distancia o tiempo te llevará a la somnolencia. No se te ocurra comenzar a entrenar maratón con un reloj que no sea Garmin o Suunto. Mi recomendación es que comiences con el Garmin FR 255 o el Garmin FR 965 (yo tengo su versión antigua, el FR 935, que compré de segunda mano hace más de 5 años por 250€ y del que estoy profundamente enamorado). Obviamente, necesitarás también una cuenta gratuita en Garmin Connect o en Strava y que te instales sus apps en tu teléfono.
Bajar peso. Si queremos terminar una maratón sin acabar como un gusano arrastrándonos por el asfalto, es imprescindible bajar de peso ya que cada kilo adicional nos restará entre 3 y 4 segundos por km. Para ello, las sesiones de entrenamiento no tienen que ser nunca inferiores a los 10 o 12 kms.
Zapatillas deportivas. A más peso, más dinero nos tendremos que gastar. Ólvidate de aterrizar con el antepié y de zapatillas minimalistas porque te acabarás lesionándo y búscate unas buenas zapas con mucha amortiguación. Verifica si eres pronador, neutro o supinador y hazte con tu calzado adecuado. Después de haber pasado por prácticamente todas las marcas, mis preferidas son las Hoka One con mucha diferencia respecto a las otras.
Hidratación. Siempre tienes que salir a correr bien hidratado. La falta de agua hará que nos lesionemos rápidamente durante el entrenamiento o después y que comiences a tener roturas fibrilares. Para un ciclo de preparación habitual, deberás beber alrededor de 3 o 4 litros de agua al día. El alcohol es especialmente perjudicial antes o después de entrenar ya que deshidrata.
Pocas salidas pero rápidas. Esta es la principal diferencia con los métodos tradicionales. Siempre que salgamos a entrenar tenemos que ir a tope de ritmo e intentar rebajar nuestra marca personal. Es mejor correr 40 kms semanales a ritmo máximo que 80 kms a «ritmo de paseo». Un buen entrenamiento será siempre aquel en el que hayamos batido alguno de nuestros records personales en alguna distancia o tramo.
Resistencia. No recomiendo hacer tiradas de más de 25 kms porque la resistencia la cogerás igualmente corriendo 3 veces 20kms en una semana. Créeme, es así. Correr tramos de 30kms o más nos traerá aburrimiento, fatiga y lesiones. Si quieres ultra resistencia, corre 4 veces 20 kms en una semana y serás lo más parecido a Bikila.
Competir al máximo. El principal fallo de los corredores de maratón es el rendimiento el día de la competición. Nos cansamos no por los kms que corremos sino por el tiempo que estamos corriendo. Es decir, el día de la carrera cuanto más rápido salgamos (sin pasarnos) antes llegaremos y menos nos cansaremos. No hay que ser reservones y hay que arriesgar. A partir del km 28 o 30 llegará el muro y vamos a estar muy cansados y cuanto menos tiempo llevemos corriendo, mejor podremos gestionarlo mentalmente.
Preparación mental. Una maratón es 60% mente y 40% físico. Con muy poco entrenamiento puedes acabar una maratón por debajo de 6’/km de media pero tienes que ser mentalmente fuerte. Echa un vistazo, por ejemplo, a mi preparación para la maratón de Barcelona, el pasado 16 de marzo de 2025, en la que hice 5’51» de media corriendo no más de 100-120 kms al mes durante 60 días. Para preparar tu mente, sal a correr en condiciones adversas de frio, calor o lluvia, muy tarde o muy temprano, con subidas extremas y especialmente cuando no tengas ninguna gana de entrenar. Básicamente, elimina cualquier excusa para no salir.
Una vez con los principales conceptos claros, llega el momento de planificar las fases de entrenamiento que son cuatro:
Etapa de Acondicionamiento. El objetivo es aprender a correr unos cuantos kms sin desfallecer. Puede durar alrededor de 3 o 4 semanas y tenemos que salir 3 veces por semana y correr de 5 a 8 kms. Tenemos que conseguir un ritmo alrededor de los 6’15» por km en 8 kms.
Etapa de Adelgazamiento. El objetivo es rebajar peso. Para una altura de 175 cms, deberíamos rebajar, al menos, hasta los 70 o 72 kg, sino corremos el riesgo de lesión. La etapa puede durar alrededor de 2 a 3 meses (depende del peso inicial) y hacer de 3 a 4 salidas a la semana de 12 kms cada una. Tenemos que conseguir un ritmo de entre 5’30» y 5’45» / km en 12 kms.
Etapa de Resistencia. Aquí es cuando comienza el entrenamiento específico para maratón. Durante 3 meses tenemos que ser capaces de correr entre 45 y 80 kms a la semana y alcanzar un ritmo de 4’30» en 10 kms. Además, una semana tenemos que hacer 4 tiradas de 20 kms durante 4 días seguidos.
Etapa de Descanso PreCompetición. Dos semanas antes de la maratón tenemos que comenzar a reducir el ritmo de los entrenamientos y no superar los 50 kms semanales. La semana anterior a la maratón correremos el lunes 10 kms y el miércoles 5 kms. El jueves y viernes saldremos a caminar o un rato en bicicleta. El sábado debemos seguir caminando y hacer alrededor de los 10.000 pasos sería lo mejor.
Y después de estos 7-8 meses, ya estamos listos para correr una maratón y hacerla entre las 3h30′ y las 4h. Mentalmente es muy complicado estar a tope sin haber hecho una antes por lo que si queremos correr una un par de meses o así, notarás como rebajas el tiempo drásticamente.
Casi por casualidad, esta semana he descubierto a Ruud Van Empel en Amsterdam. Nació en Breda (Holanda) en 1958 y aunque es complicado encasillar su arte dentro de alguna disciplina, sus trabajos no suelen dejar a casi nadie indifirente.
Theatre #10, 2019 – Ruud Van Empel
No son propiamente pinturas sino composiciones realizadas con ordenador en base a muchas fotografías que ha tomado previamente, con un resultado espectacular gracias al brillo y los colores de cada uno de sus cuadros.
Ciertamente, me gustaría ir a alguna de las exposiciones que suele realizar en Estados Unidos y Europa.
Estaba revisando estadísticas de lectura esta mañana, y en los últimos 5 años un total de 41.722 personas distintas han aterrizado en algún momento en www.albertsampietro.com y se han visto 62.087 páginas.