Muerte épica

Cuando me llegue el momento de terminar aquí, en la vida terrenal, y tenga que aventurarme en la siguiente etapa en la vida eterna, tengo muy claro como me gustaría irme.

Nada, absolutamente nada, me parecería más épico, epopéyico y el broche final a toda una vida de felicidad extrema que morir a los 80, 90 0 100 años tras cruzar la línea de meta de una maratón.

Eso querría decir que he agotado la vida hasta su últmo suspiro, que no me resigné a los 70 a quedarme en el sofá viendo la tele y que la vida me sonrió siempre porqué yo le sonreí a ella, como me decía ayer Maria.

El Embalse de Mediano y Monclús

Este lunes andaba por Ainsa (en la provincia de Huesca) y entré a preguntar en la Oficina de Turismo del pueblo como podía llegar a Monclús y a las ruinas de su castillo. La chica joven que me atendía me miró raro, miró el mapa y me indicó como llegar a Morillo de Monclús. Cuando les dije que no, que quería ir al Monclús que fue abandonado hace unos cuantos cientos de años y que tenía un castillo, en las inmediaciones del actual Embalse de Mediano, me volvió a mirar raro. La chica joven preguntó entonces a la más veterana y me dijeron que sí, que existen las ruinas de un castillo junto a Mediano pero que no sabía como llegar.

Lo que si me dijeron era como aproximarme a la torre de la iglesia del viejo Mediano que está prácticamente sumergida en el embalse cuando el agua está alta. Dado que esta semana ese no era el caso y el agua estaba realmente baja, mi objetivo era acercarme lo máximo posible e identificar en la distancia las ruinas de Monclús.

Monclús jugó un importantísimo papel en la alta edad media en el Sobrarbe actual ya que albergó la judería más grande de la comarca con una situación estratégica desde un punto de vista geográfico y financiero (para más información leer Fam i Fe). Alrededor del 40% de la población era judía frente al 60% restante que era cristiana con alguna familia musulmana.

Sin embargo, es especialmente importante por lo acontecido el 3 de julio de 1320 cuando su judería fue atacada por los «pastorcillos», un numeroso grupo de unas 5.000 personas procedentes de Francia que buscaban extender la fe cristina entre judíos y musulmanes pero sobre todo cambiar el orden de instituciones y las jerarquías sociales que estaban llevando a la miseria y al hambre a miles de habitantes.

El resultado de dicho ataque fue el asesinato de unos 100 o 120 judíos de los 150 que había en ese momento y el inicio del declive de su judería hasta su total desaparición unos años más tarde.

Tomando la A-138 desde Ainsa en dirección a Barbastro, a unos pocos metros antes de llegar al pueblo de Mediano, hay una pequeña desviación, no indicada, que hay que tomar y detenerse cuando llegamos a la barrera de la Confederación Hidrográfica del Ebro. Desde allí caminando llegaremos a las ruinas del viejo Mediano, con su torre en mitad del agua.

A la entrada del camino hay un monolito y una placa que explica la matanza de Monclús hace 700 años.

Monolito en recuerdo de la matanza de Monclús en 1320

He leído ya en varias publicaciones que es bastante habitual la visita a este lugar de turistas judíos procedentes de Israel, razón por la cual la inscripción se muestra tambièn en inglés.

Panel informativo sobre la Aljama de Monclús junto al Embalse de Mediano

Una vez en las ruinas semi-sumergidas de Mediano, es muy visible el Tozal de Monclús de 707 metros de altitud donde se ubican las ruinas del Castillo de Monclús. Un poco más abajo es donde estaba situado el pueblo aunque me fue imposible ver nada.

Ruinas de Mediano en el Embalse de Mediano

En la siguiente imagen aparece el Tozal de Monclús justo a la izquierda de la torre de la iglesia de Mediano aunque no es posible ver ninguna ruina de su castillo desde este lado del embalse.

Torre de Mediano y el Tozal de Monclús

Dejo para otro día el acceder físicamente a las ruinas del castillo desde la carretera del Valle de la Fueva e intentar descubrir algún tipo de camino hasta las ruinas del pueblo.

La tumba de Casa Torres en Margudgued

Hace unos días hablaba sobre Pilar y Gerardo de Casa Torres en Margudgued y aprovechando que estoy terminando mis vacaciones en Boltaña, el otro día fuimos a visitar el cementerio con mis hijos y me encontré con su tumba, apellidos y años de fallecimiento.

La última morada de Pilar y Gerardo es un simple nicho con una pequeña placa en marmol que ni siquiera ocupa toda la superficie del frontal, acompañada por unas flores secas en una botella de agua de plástico y protegida por una piedra en el Cementerio de Margudugued.

Pilar y Gerardo compartían los dos apellidos, «Lanau Menac», ya que el padre de Gerardo nunca reconoció a su hijo.

El primer tomate de la cosecha

Hace unas semanas Pol y Blanca se comieron un tomate para cenar y decidimos quitarle unas semillas porque estaba muy bueno. Luego las pusimos en una hoja de papel de cocina y esperamos un día a que se secasen.

Después las sembramos en un vaso de plástico de yogur y cuando nacieron las tomateras y tenían un par de centímetros o tres, las transplantamos a su ubicación final, una jardinera elevada de plástico con tierra en abundancia.

Después de regarlas obstinadamente y de añadirles de vez en cuando posos de café, hoy nos hemos comido el primer tomate.

Ya se que no era muy grande ni estéticamente perfecto como los que podéis encontrar en Casa Ametller pero os aseguro que este sí es auténticamente orgánico y que nunca estuvo en una nevera antes.

Solamente al cortarlo ya se puede ver que es muy diferente a los tomates «huecos» que venden por ahí.

Como he comentado muchas veces, el sabor de un tomate que nunca ha estado en cámara frigorífica es muy diferente a los tomates que normalmente venden en todos lados, por no hablar de los matices en su sabor y aroma.

Si no lo has hecho aun, un día tienes que probar la experiencia de comerte un tomate directamente cogido de una rama en una tomatera.

¿Debería ser el Subaru Crosstrek mi próximo coche?

Llevo más de un año pensando en cual debería ser mi próximo coche para poder meterme por pistas forestales de alta montaña, ir a por setas, atravesar un desierto o símplemente cruzar Europa y creo el Subaru Crosstrek 2.0i Field podría ser el elegido por las siguientes razones:

    • Fiabilidad: Es uno de los coches más fiables del mercado, con menos reparaciones y al que se le pueden sacar más kms. Esto es importante para estar seguro que no te va a dejar tirado cuando atraviesas Europa y que no pierde demasiado valor cuando decidas venderlo.
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    • Todo terreno: Dispone de tracción en las cuatro ruedas con diferentes modos de conducción (nieve, barro,…) y una altura libre al suelo de 22cms, la más alta de su segmento. El ángulo de ataque no es muy bueno (18º frente a los 23º del XC60 o los 31º del Duster), pero podría vivir con ello.
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    • Motor boxer híbrido: Equipa un motor boxer plano que proporciona mayor estabilidad mientras que su motor eléctrico le permite obtener la etiqueta ECO. No es muy potente (ni muy eficiente), la verdad, ya que tiene solo 136cv pero para qué más.
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    • Seguridad: Es también uno de los vehículos más seguros del mercado tanto en seguridad activa como pasiva. No he encontrado ni una sola funcionalidad que le falte y que tenga mi actual Volvo XC60.
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    • Tamaño del maletero: Es la única razón que me podría hacer dudar porque tampoco lleva rueda de repuesto ni hay espacio para ponerla. Sin embargo, ¿cuantas veces voy a necesitar más espacio?. Si es necesario siempre puedo comprarme un baul de techo, un porta bicicletas y una rueda «galleta» para cargarla en la baca cuando decida meterme por el monte que será una de cada 25 veces que utilice el coche.

Los otros candidatos que han quedado como finalistas han sido el Volvo XC60, Subaru Forrester, Dacia Duster, Jeep Compass Trailhawk, Mitsubishi Eclipse y Toyota Yaris Cross Adventure. Oviamente los Landcruiser, Jeep Wrangler. Grenadier y semejantes o son demasiado grandes (no me cabrían en el parking) o demasiado caros.

El único que podría haber considerado por sus buenas dimensiones, precio y capacidades off-road es el nuevo Dacia Duster 4×4  pero no tengo muy claro su durabilidad y fiabilidad aunque tengo que decir que tiene un montón de características excepcionales.

El Mausoleo de Diri Baba

Para terminar ya con la serie de posts sobre Azerbaijan, no podía dejar de lado la visita al Mausoleo de Diri Baba, una parada imprescindible mientras conduces entre Baku y Sheki.

El mausoleo data del año 1402 y está compuesto de un pequeño edificio de dos plantas junto a un acantilado rodeado de cuevas con escorpiones y serpientes. Si encima hace un día muy caluroso, ya tienes todos los ingredientes para firmar una jornada de épica.

Probablemente, la sobriedad del edificio, la extrema soledad del lugar y los acantilados no ayudan a explicar el atractivo que ejerce el lugar y sobretodo la sensación de maravilla una vez estás dentro del mausoleo y subes a la segunda planta donde se encuentra la cueva donde estaba la tumba del santo Diri Baba.

Cementerio Musulmán con el Mausoleo de Diri Baba al fondo

Una descripción en árabe de un visitante que he podido traducir describe a la perfección el lugar:

En un páramo de una desconsolada tristeza y destierro perenne se erige y combate los elementos de la naturaleza un mausoleo primitivo y camuflado en un entorno desértico. El Mausoleo de Diri Baba es el templo de este anacoreta que aquí busco refugio y recogimiento místico. Nada en derredor salvo la traca sinfónica del silencio aislado. Una escalinata magestuosa conduce al angosto interior, un “sepulcro” para orar en total austeridad en un desierto tan feroz como pintoresco.

Junto al aparcamiento de coches, hay un espectacular cementerio musulmán con tumbas antiguas que también hay que visitar.

Sumak

Fue la semana pasada en Shaki que descubrí el sumak en un restaurante donde nos sirvieron un piti increíble y nos recomendaron ponerlo en la carne y el caldo para añadirle aun más sabor.

El sumak (o zumaque en español) es una especia muy habitual en Oriente Medio que se obtiene al triturar el fruto de la rhus coriaria para darle un toque ácido y agridulce a la comida.

Sumak

Antes de irme de Azerbaiján, compré un par de bolsitas de sumak y durante esta semana lo he estado probando con pastas y ensaladas y realmente quedan muy buenas.

En España también se puede encontrar en algunas tiendas de especias o de productos árabes así que si estás ávido de nuevos sabores, este fin de semana puedes experimentar con el sumak.

Sobre el Mindfulness

Es necesario e importante. Nuestro ajetreado, estresante y demandante día a día no nos deja otra alternativa que invertir cierto tiempo en técnicas de mindfulness para volver a conectar con nosotros mismos. Básicamente para «descansar» nuestra mente y poder concentrarnos, sin distracciones, en nosotros mismos.

Nuestro entorno, Whatsapp, Instagram y la necesidad de ser super-guays 24/7 no nos llevará a ningún buen puerto. Solamanete va a crearnos stress innecesario y después vamos a tener que solucionarlo con mindfulness, yoga, meditación e historias de estas.

Aunque hay mejores técnicas. El Mindfulness no deja de ser un invento post-moderno para los urbanitas estresados que no son capaces de dejar de mirar el teléfono ni un solo minuto o de encontrar un mìnimo de paz interior consigo mismos sin ayuda externa.

Si realmente quieres ser más feliz, ólvidate del mindfulness e invierte tiempo en alguna de estas actividades: ir a pescar en solitario a un rio, levantarte temprano antes de que amanezca e ir a por caracoles, andar por la montaña en busca de setas durante 6 u 8 horas o símplemente, sal a andar rodeado de naturaleza y sin ir acompañado.

El único requisito es que no te lleves el teléfono y que no vayas con gente. Pruébalo. De verdad que estar junto a un rio, con tu caña, intentando capturar peces durante unas cuantas horas es 100 veces más efectivo que 60 horas de mindfulness o de yoga. Créeme.

Si tienes problemas con matar animales, siempre puedes devolverlos al agua como suelo hacer yo la mayoria de las veces (a no ser que se me aparezca una buena trucha que al final acabo comiéndomela para fortalecer el ciclo de la vida).

Si definitivamente eres animalista, prueba con las setas. Desde finales de septiembre y hasta el fin de noviembre, en los Pirineos (y en muchos otros sitios) vas a poder disfrutar de una experiencia única. Más barata y más efectiva que cualquier otra técnica que puedas encontrar en la ciudad.