No creo que haya mucha gente en España que haya tenido la oportunidad de estar físicamente en los pueblos o ciudades que llevan por nombre sus apellidos. Al menos yo no conozco a nadie, ni siquiera yo mismo.
Bueno, no conocía a nadie hasta hace un par de semanas cuando mis hijos, Pol y Blanca, pudieron estar e incluso dormir en Tortosa. Como que ya habían estado en Sampietro hace mas de dos años en ese, ya para la posteridad, 23 de agosto de 2022, se han convertido en las dos primeras personas que conozco en haber estado en sus dos apellidos.
Tortosa es una bonita ciudad en la provincia de Tarragona, atravesada por el Ebro y que merece una visita. El casco antiguo, su castillo y la catedral son el testimonio de su intensa historia a través de los íberos (Hibera), los romanos (Dertosa) y los musulmanes, cuando la ocuparon entre el 714 y el 1148 hasta que Ramon Berenguer IV, Conde de Barcelona, la conquistó.
Pol y Blanca se lo pasaron muy bien, corriendo junto al cauce del Ebro, visitando el Palacio Episcopal y merodeando por sus calles.