En 2005 y 2006 viví en Verona, junto al rio Adige, en el barrio de San Zeno.
Lo más destacable de la zona, sin lugar a dudas, era la magestuosa Basilica de San Zeno Maggiore, una obra de arquitectura iniciada en el 967 y que contribuye a convertir Verona en una de las ciudades más imprescindible de Italia.
Si algo destaca en la Basilica de San Zeno son sus dos puertas con sus 48 representaciones en bronce y que se construyo en tres etapas entre el siglo XI y el siglo XV.
En 2005, compré una reproducción de una de las representaciones, concretamente la de la crucifixión de Jesucristo, para regalársela a mis padres pero como era habitual nunca llegaron a colgarla en la pared y permaneció en un cajón en su caja original hasta hace unos meses en que la recuperé y la colgué en mi salón.
La reproducción está hecha igualmente en bronce y es prácticamente igual a la orifinal aunque de diferente tamaño. Todo una obra de arte.