Esta es la segunda entrega de los escritos inéditos de mi madre que encontré en casa de mis padres 6 años después de que muriera. Fue escrito cuando tenía 77 o 78 años.
La Decepción ¿Quién no se ha sentido decepcionado alguna vez? Nadie...? Hay decepciones que son pasajeras, fugaces, estas al poco tiempo ya ni nos acordamos. Algunas veces nos hacemos ilusiones y nos montamos lo que suele decirse un castillo de naipes que al poco se derrumba. La decepción llega después de hacernos una falsa ilusión. La decepción es familia del desengaño que cuesta más de digerir y en ocasiones este queda a perpetuidad, arrastrando tristeza tras de si, haciendo que nuestro pensamiento lo ocupe la tristeza en lugar de la alegría y la ilusión. Hay que saber valorar con valentía las contrariedades que la vida conlleva. ¿Vale la pena preocuparse tanto por tal o cual cosa?. Estando solas, muchas veces por un problema insignificante lo hemos ido alimentando y ampliando y al final lo hemos transformado en un problemazo, luego hemos parado la fantasía, y pensando un poco hemos llegado a la conclusión que no era tal el problema sino una pequeña contrariedad, cambiamos de pensar hacia una cosa más positiva y volvemos a encontrarnos mucho mejor. Es bueno tener ilusión pero es malo hacerse falsas ilusiones que sabemos que son casi imposibles de lograr. María Luisa Ventosa
Y este es el original.
Qué profunda, qué sabia. Me acojo a sus palabras.
Y qué bien escribía también!! De hecho, tú has tenido una falta que ella no tuvo 😉