El 18 de abril de 1922, mi bisabuelo materno recibió un telegrama del Rey de España en el que se le informaba que su hijo, Lorenzo Ventosa, había sido finalmente rescatado del «enemigo» en Marruecos. En paralelo a ese documento, hoy mismo he descubierto que también apareció una pequeña noticia en la Vanguardia tres días antes, el 15 de abril de 1922.
Por aquel entonces, mi abuelo vivía en Castellet i la Gornal, en el número 7 de la calle Roselló, y es donde recibió la noticia su padre.