Yo creo que no fue hasta que tuve 16 o 18 años que no probé otro tipo de pasta diferente de los clásicos macarrones que mi madre nos cocinaba intensamente hasta que terminaban al borde de la desintegración por exceso de ebullición.
Quizás por ello, tengo que reconocer que aun hoy en día me cuesta mucho encontrar restaurantes donde la pasta esté mejor que la que me suelo cocinar a mi mismo. En general, el problema suele ser el tiempo de cocción, las salsas con nata, el exceso de queso y servir la pasta sin haber mezclado previamente la salsa. Sin embargo, lo que más me molesta de todo es la falta de atención en la elección del tipo de pasta.
Es absolutamente esencial seleccionar la forma de la pasta que vamos a cocinar teniendo en cuenta la salsa o receta que vamos a seguir. Por ejemplo, si es muy aceitosa, no deberíamos poner spaguetti y quizás tagliatelle.
En general, la pasta más irregular adquiere mejor los sabores de las salsas si estas son homogéneas mientras que la pasta más alargada y fina combina mejor con tropezones grandes: setas, carne, pescado, etc.
Dos de mis tipos favoritos son los fisarmoniche (acordeones en español) y los casarecce, probablemente porque son lo que mejor se adhieren a los sabores de la cocción mientras que mantienen un núcleo duro de pasta cuando los masticas.
eiiiii Cosials!!!!!! Una abraçada i bones festes. Ja veig a Instagram que esteu per Sudamèrica. A veure si algun dia ens veiem
Feia temps que no seguia el blog… veig que segueixes fatal de bé! Un post per recordar. Bones festes sampi!
Los Fisarmoniche, aunque difíciles de encontrar, creo que son el mejor tipo de pasta italiana que hay. Chapeau con la elección. PierG