Es Navidad y estamos en casa.
Ayer por la tarde largaron a Mónica del hospital y pese a que tiene serios problemas para desplazarse, está a base de pastillas y no puede celebrar festejos (entre una larga tira de cosas que no puede hacer, de momento), estamos ya en casa.
Para los despitados que me preguntan por email, Mónica es mi mujer, le encanta pintar, trabaja en Inspirit y hace unas semanas le diagnosticaron una enfermedad que la llevó al quirófano el pasado viernes.