Muy cerca de donde comenzó todo se encuentra el Monasterio de San Victorián, en pleno corazón del Sobrarbe Aragonés donde nació la Corona de Aragón, que aglutinaba Aragón y los condados catalanes.
En la primavera de 1137, se reunieron en el Real Monasterio de San Victorián el Rey de Aragón, Ramiro II el Monje, y el Conde de Barcelona, Ramón Berenguer IV. Entre otras cosas de las cuales la historia no dejó constancia, acordaron el matrimonio de este último con Petronila, la hija de Ramiro II de Aragón y de Inés de Poitou.
El 11 de agosto de 1137, se firmaron en Barbastro (Huesca) las condiciones del matrimonio que debía celebrarse 13 años después en cuanto Petronila, cumpliera los 14 años y la mayoría de edad.
Según lo dispuesto, en agosto de 1150, en Lleida, se casaron Petronila de Aragón y Ramón Berenguer IV y en 1157 nació el primogénito de la pareja, Ramón Berenguer, que a la muerte de su padre en 1162, fue nombrado Rey de la Corona de Aragón con el nombre de Alfonso II, uniendo de esta forma Aragón y los Condados Catalanes.