En 1997 visité Mérida (en Extremadura) y en el museo romano de la ciudad llamaron mi atención las muchas inscripciones lapidarias que se encontraron. La fórmula «Séate la Tierra Ligera» se repetía una y otra vez como por ejemplo:
«La más honesta entre las damas principales, Iulia Sotira, dulce amor, está oculta bajo este túmulo. La veneración hizo cuanto pudo para quien aún más merecía. Tu que lees esto, quien quiera que seas, dí: séate la tierra ligera.«
Unos años más tarde, deambulando entre cementerios en el Sobrarbe Aragonés me encontré con esta interesante inscripción en Latorrecilla, que me trajo a la cabeza lo leído en Mérida:
Hoy hace exactamente 146 años que murió.